Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3449

3449 Indestructibilidad de lo que debe obrar como fuerza....

27 de febrero de 1945: Libro 44

Tened esto en cuenta y escribidlo profundamente en vuestra memoria: Ningún poder en el mundo puede afirmarse si su objetivo consiste en hacer ineficaz la expresión divina del poder, porque lo espiritual, que se encuentra en un estado inmaduro cerca de la Tierra y todavía se opone a Dios, renuncia a su resistencia en el momento en que es tocado por el poder divino y se somete completamente a la voluntad de Dios, de modo que la eficacia de este poder aún puede determinarse incluso donde lo espiritual opuesto a Dios aparentemente tiene la supremacía.

De modo que ningún poder opositor puede medirse contra el poder de Dios, lo que significa que el poder de Dios siempre penetrará por todo, incluso si esto parece imposible. Cuanto más desarrollado está el ser humano, más comprensible le resulta esto y más confía en la omnipotencia de Dios, que logra todo, porque la eficacia del poder de Dios no puede desaparecer para siempre. Y así, a través de esta cognición, llega a una fe profunda.

Una expresión divina de fuerza, una vez que ha tomado forma, jamás puede disolverse en la nada.... sólo puede volverse invisible al ojo humano, tan pronto como Dios haya asignado el propósito a la forma de servir como caparazón para lo espiritual mientras se esfuerza hacia arriba. Entonces se puede observar un constante devenir y desaparecer.... Entonces cada forma se disuelve una y otra vez, sólo para continuar de nuevo en una forma diferente, para que sirva a lo espiritual dentro de ella, es decir, para el constante desarrollo superior....

Pero es diferente cuando se supone que el poder divino debe llegar a ser efectivo en el ser humano y, por lo tanto, se expresa en una forma que se supone que es una fuente constante de poder para éste. Entonces esto no requiere un devenir y desaparecer de la forma, sino más bien una persistencia de ella como fuente de fuerza, como un recipiente del que se puede extraer fuerza en cualquier momento y que, por lo tanto, no se disuelve hasta que Dios Mismo retira Su fuerza.... hasta que la forma haya cumplido su propósito.... Y esto nuevamente está determinado por la sabiduría y el amor de Dios a Su discreción.

Pero la expresión de fuerza de Dios tiene un valor tan inconmensurable para los seres humanos que ciertamente Él no les quitará las fuerzas en un momento en que se necesitan con extrema urgencia. Por lo tanto, Él ha provisto en todas partes recipientes hacia los cuales Su poder fluye imparablemente, para que pueda ser sacado de cualquiera que lo desee. Sólo cuando sigue siendo completamente indeseable no se sentirá ningún efecto; Sin embargo, la fuente permanece, el recipiente que contiene el poder permanece sostenido por fuerzas invisibles, porque las fuerzas opuestas no pueden penetrar en un área que está lleno del poder de Dios. Ni los seres humanos apartados de Dios ni las fuerzas espirituales encontrarán acceso, pero un rayo de luz alcanzará a aquellos que en el deseo por la verdad desean el poder de Dios....

Y este rayo de luz brilla sobre él para que pueda descubrir la fuente y deleitarse con ella. Porque esta es la voluntad de Dios, de lo que mana de Él como Palabra sea indestructible y esté ofrecido como fortalecimiento a los humanos en los tiempos de mayor necesidad.... que no siga el curso de disolución que es el destino de toda la materia terrenal.... Porque fluye del reino espiritual, es poder espiritual y apunta al desarrollo espiritual del ser humano.... Es guiado a la Tierra por el espíritu en el ser humano, que lo recibió del Espíritu Padre, y nada que tenga su origen en Dios verdaderamente perecerá y lo que se supone que debe conducir de regreso a Dios a aquellos seres humanos que todavía son débiles de espíritu y ya no reconocen a Dios.... Nada desaparecerá verdaderamente lo que el amor infinito de Dios guía a la Tierra para ganar a Sus hijos y para hacerlos eternamente felices....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise