Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3437

3437 Atando a Satanás....

16 de febrero de 1945: Libro 44

Ningún poder es tan fuerte que pueda resistirme si Mi voluntad piensa quebrantarlo, porque Yo soy el Señor sobre todo, y el reino de aquel que es Mi adversario también está sujeto a Mí.... Sin embargo, si le concedo una cierta violencia, es sólo para el propósito que el bien pueda probar su resistencia contra ella. Pero si abusa de su poder de tal manera que intente destruir el bien, entonces encontrará resistencia en Mi poder, contra la cual su poder se rompe en pedazos. Porque sigo siendo el Señor del cielo y de la Tierra por los siglos de los siglos. Dejaré que se enoje un poco más, pero el fin de su poder es inminente. Lo derribaré si cree que está ganando; Lo ato cuando cree que haya alcanzado la más plena libertad.

Pero hasta entonces el mundo seguirá sintiendo su poder, es decir, los seres humanos estarán bajo su furiosa influencia y se someterán a él porque todavía están demasiado lejos de Mí para acudir a Mí en busca de ayuda.... Pero también envío a Mis ángeles sobre la Tierra, que dan testimonio de Mi poder y amor, que apoyan a los Míos en sus necesidades y les ayudan a resistir los deseos de Satanás. Yo tomo parte en la necesidad de cada individuo, y no dejo sin protección y apoyo a nadie que se esfuerza hacia Mí, que pertenece a los Míos, es decir, que cree en Mí y quien Me anhela.

Y pongo guardianes a su lado que emprenden la lucha contra el poder oscuro cuando intenta acceder violentamente a los Míos. Y tienen el poder de Mí. Y tienen el poder de Mí, y ellos cumplen Mi voluntad. Y por tanto saldrán victoriosos y os protegerán de todo mal. Pero Mi voluntad es que reconozcáis el poder que viene de aquellos que creen en Mí y guardan Mis mandamientos.... Deben reconocer que Mi ayuda es visible donde se santifica Mi nombre, donde se establece la conexión íntima Conmigo y seré reconocido e invocado como el Señor del cielo y de la Tierra....

Y debéis cambiaros y también esforzaros hacia Mí, de lo contrario caeréis en el poder de Mi adversario, del cual Yo no puedo salvaros porque vosotros mismos le concedéis poder sobre vosotros. Yo ayudo a todo aquel que subordina su voluntad a la Mía, pero sólo ayudo a él. Y por eso dirigidos a Mí por vuestra propia voluntad, invocadme para que os salve de vuestra necesidad, y quiero quebrantar el poder de aquel para que ya no pueda oprimiros. Y reconoceréis Mi poder y Me alabaréis y honraréis como el único y poderoso Señor y Creador del cielo y de la Tierra....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise