Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3430
3430 Dios es la Palabra.... Indestructibilidad de la obra....
7 de febrero de 1945: Libro 44
No se debe subestimar la experiencia llena de gracia de una transmisión directa del conocimiento espiritual desde el reino espiritual. Aunque no sea nada extraño para el no creyente, pero el creyente lo reconoce, por lo que también debe apreciarlo y ser consciente del extraordinario don de gracia que le ofrece Dios directamente o a través de mediadores, es decir, destinarios de la Palabra divina. Porque el conocimiento transmitido desde el ámbito espiritual es la Palabra de Dios, que habla a los seres humanos en la Tierra directamente o a través de seres de luz. Pero dondequiera que Dios dirija Su Palabra a la Tierra, allí está Él Mismo, porque Él es la Palabra....
Y donde Él está, al enemigo se le niega la entrada.... Esto debe entenderse tanto espiritual como terrenalmente. El adversario de Dios ha perdido su poder, donde Dios Mismo puede obrar en loe seres humanos a través de Su Espíritu.... La palabra que es guiada a la Tierra no puede, por tanto, ser víctima de ningún enemigo terrenal porque Dios Mismo no Se puede destruir porque Él Mismo es la Palabra y porque cada expresión de Dios, la Palabra divina, es una irradiación del poder de Dios que nunca puede ser destruida por la voluntad humana.
El destinario no es consciente de la gran gracia en la que se encuentra, Ciertamente acepta la Palabra de Dios, pero no reconoce la obra de Dios en su profundidad, de lo contrario no podría vivir en amor a Dios, Que se expresa tan viviblemente. Pero Él no deja surgir una obra sin sentido ni propósito que tenga a Él Mismo como contenido, y por eso también creará la posibilidad de que se cumpla el propósito de la obra, así también protegerá Su obra de la destrucción, y todo lo que entre en contacto con esta obra también estará protegido, porque la Palabra surgió de Él y por lo tanto indestructible. Contiene fuerza y gracia que irradia por todas partes.
Donde se recibe Su Palabra con un corazón amoroso, allí el enemigo ha perdido todo poder, y allí el poder que se opone a Dios nunca podrá echar una mano a esta obra, porque el poder de Dios obra en un área amplia y aleja de sí mismo todo lo que es hostil a Dios. pero sólo muy raras veces los seres humanos reconocen el profundo valor de las revelaciones divinas, y es por eso que a menudo se desalientan cuando las dificultades terrenales los asaltan. Pero disponen de protección contra todos los enemigos, tienen la Palabra directa de Dios, que en su plenitud de gracia incluye también la gracia de que de ella emana una tremenda corriente de poder, que es tan fuerte que aleja todo lo que es hostil a la Palabra o contra los siervos de Dios, porque la Palabra Misma ha descendido a la Tierra, la Deidad eterna, Que nunca puede ser atacada ni dañada ni destruida.... amén
Traducido por Hans-Dieter Heise