Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3427

3427 Oración creyente.... Poder de la fe y la oración....

4 de febrero de 1945: Libro 44

Una oración creyente hará milagros si Me lo enviáis en angustia ansiosa. Y así tenéis un remedio que evita todas las necesidades.... Entonces, ¿por qué queréis seguir siendo tímidos?.... Porque escucho y contesto tal oración porque Me agrada. Creed en Mí y en Mi amor, creed en Mi omnipotencia y llamadme, y quiero acudir en vuestra ayuda, porque no quiero que sufráis.... Pero quiero ser reconocido por vosotros como el Padre de Sus hijos, y por eso quiero que vengáis a Mí llenos de confianza en cada preocupación, para que Yo pueda quitárosla. Porque tengo el poder y también la voluntad para hacer esto, puedo ayudaros y quiero ayudaros siempre y cuando no seáis apóstatas de Mí, tan pronto como os sentís hijos Míos y tengáis el deseo de venir al Padre. Y expresáis esta voluntad a través de una oración creyente....

Manteneos en profunda fe y pedid Mi gracia, fuerza y ayuda.... ese es el estado que se debe alcanzar en la Tierra y que os hace capaces de obtener una visión del reino espiritual. Pero este estado también asegura que vuestras peticiones serán satisfechas, porque ahora sois tales que puedo llamaros: pedid, y se os dará. Yo Mismo os he dado la promesa y verdaderamente la cumpliré si Me rezáis de la manera correcta. Pero una oración correcta debe elevarse hacia Mí en confianza infantil, no debéis dudar ni un momento de que cumpliré vuestra petición, debéis imaginaros Mi amor sumamente grande por vosotros y construir firmemente sobre este amor, para que no se os niegue nada.

Pero vuestra oración debe estar dirigida principalmente a la salvación de vuestra alma y terrenal sólo para evitar grandes dificultades, pero nunca debéis pedir cosas triviales, porque lo que necesitáis para vuestra vida terrena, Yo os lo daré si os esforzáis seriamente por Mi reino. Pero si estáis en problemas terrenales, entonces huid con confianza a Mi corazón paternal, y Yo quiero desterrar todos los problemas. Y por eso nunca estáis solos, nunca desamparados y abandonados, porque siempre disponéis de la oración mientras seáis creyentes. Y una oración que sale del corazón siempre encontrará Mi agrado, y concedo Mi ayuda al niño terrenal, muchas veces de la manera maravillosa, porque nada es imposible para Mí y por eso puedo evitar hasta las más severas dificultades, si a través de esto puedo demostrar a un niño creyente en la Tierra el poder de la fe y la oración.

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise