Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3422
3422 El sufrimiento.... Medio de gracia....
30 de enero de 1945: Libro 44
El fin de los tiempos misericordioso no es reconocido por los humanos como tal, porque no conocen la bendición del sufrimiento, no saben que el sufrimiento es también una gracia por la cual aún puede salvarse el alma, que está lejos de Dios y no puede alcanzar eternamente el objetivo si no reduce la distancia de Dios mediante la obra del amor. Y obrar en el amor puede ser el resultado de un gran sufrimiento.... Dios da a los humanos la oportunidad de practicar el amor, porque el sufrimiento adopta formas que estimulan a los seres humanos a obrar en amor, siempre y cuando no estén completamente endurecidos. Lo que un ser humano no haría por sí solo en una época de condiciones ordenadas, puede hacerlo por impulso interior frente a la inmensa necesidad....
Podrá cuidar de su prójimo y ayudarlo, podrá encenderse en él la llama de la caridad y entonces su alma habrá obtenido el mayor beneficio de las necesidades terrenas. Dios está constantemente preocupado por llevar a las almas a un mayor grado de madurez o ponerlas en un estado en el que el caparazón de su alma se afloje para que antes del fin de los días puedan al menos entrar en el reino del más allá en un estado de reconocimiento o unirse ellos mismos a la pequeña comunidad por iniciativa propia, que se persevera hasta el fin en la fe en Jesucristo, el divino Salvador....
Si el ser humano alcanza esta esta meta a través del sufrimiento, entonces el sufrimiento es para él la última salvación, es una gracia que se le concede poco antes del fin. Porque sin sufrimiento permanece en un estado de distanciamiento de Dios porque el amor no está activo en él. Los medios que Dios usa para ayudar a las almas de los seres humanos deben ser especialmente agudos cerca del final para que no sean sin efecto. Y los humanos en su ceguera espiritual sólo ven la severidad de esos medios, pero no su bendición. Pero si han llegado a un estado brillante mediante la obra del amor, se han unido a las filas de los luchadores de Cristo, entonces recuerdan con gratitud los días de sus dificultades físicas, reconocen el propósito y la bendición de su sufrimiento y también el amor de Dios que siempre se preocupa por la maduración de las almas imperfectas.
El tiempo hasta el final ya no es largo, pero los humanos están en un estado tan profundo de su desarrollo espiritual que necesitan mucho más tiempo para ponerse al día.... Por lo tanto, tienen que pasar por una escuela en la que puedan madurar más rápidamente, si pasan cada prueba de la vida, si aprovechan cada oportunidad. Deben pasar por un fuego de purificación, el caparazón de sus almas debe derretirse a través del sufrimiento y el amor, entonces es posible que en este corto tiempo se perfeccionen tanto que al final están entre los que luchan por Jesucristo. Y entonces se les asegura la bienaventuranza eterna.
Y cuanto antes un ser humano practique el amor por su propia voluntad, al que debería impulsarle el sufrimiento de sus semejantes, más fácil le parecerá soportar este último, ya que el objetivo real se logra a través del sufrimiento, cuanto más pronto el ser humano haya hecho usa de la gracia, más pronto se le podrá quitar. Las gracias del fin de los tiempos sólo serán realmente reconocidas en el reino espiritual, porque el ser humano como tal no tiene una visión general de la Tierra, no reconoce la gran necesidad espiritual, no sabe en qué peligro se encuentra si falla y qué tremenda idea es tener que pasar por otro periodo de desarrollo.
Esta cognición sólo le será concedida en el ámbito espiritual, y entonces agradecerá cada ayuda que le ha sido brindada en forma de sufrimiento en la Tierra.... Sólo entonces reconocerá qué medida de gracia Dios concede a los humanos en la Tierra y que sin sufrimiento nunca fue posible lograr este objetivo. Pero mientras vivan en la Tierra, se les darán la oportunidad de desarrollar aún más sus almas, y las gracias estarán disponibles para ellos durante este tiempo. Y el sufrimiento es una de las mayores gracias, ya que es el medio más eficaz para educar al amor. Y por eso Dios usa este medio antes de que llegue el fin, para ganar almas para Su reino, para ayudarlas a que no se pierdan para siempre....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise