3419 Recepción de la Palabra divina acto de mayor fuerza de voluntad....
27 de enero de 1945: Libro 44
Sólo hay unos pocos humanos que está en la posesión de la Palabra directa, porque sólo unos pocos tienen la voluntad tan fuerte que escuchan conscientemente en su interior y, por lo tanto, también tienen fe en la obra de Dios en los humanos a través de Su Espíritu. Esta fe es un requisito previo, pero también cobra vida mediante el ejercicio del amor al prójimo, y por éste el humano se convirtió en un receptáculo del Espíritu divino. Pero también debe tener la voluntad de escuchar las instrucciones del Espíritu divino. Y esto requiere amor y superación.... amor a Dios y superación de todas las debilidades y errores.
El humano debe trabajar constantemente en sí mismo y tener la voluntad de acercarse a Dios.... Por lo tanto, debe anteponer el esfuerzo espiritual por encima de las cosas terrenales y, por lo tanto, también debe realizar el trabajo espiritual a conciencia, y esto incluye ante todo el trabajo de recibir, lo que presupone una voluntad extremadamente fuerte, porque la aceptación diaria de la Palabra divina es un acto de la mayor fuerza de voluntad, parque ésta debe ser activada una y otra vez, porque sólo así podrá ofrecerse al ser humano el don espiritual divino.
Aunque el ser humano es sólo el instrumento de Dios, que Él utiliza para poder hablar a los humanos de forma natural, el libre albedrío del ser humano es decisivo y por tanto no está obligado o en estado patológico a escribir sin su voluntad, sino que puede actuar con total libertad y no necesita abrir los oídos ni el corazón. Pero entonces la aceptación de los bienes espirituales también es imposible. Y por eso son pocos los humanos que se ofrecen de forma completamente voluntario y que ahora escuchan interiormente cada día.... que quieren y convierten su voluntad en acción, y cerrándose al mundo crean la conexión íntima con Dios, pidiéndole y esperar el cumplimiento de su solicitud.
Esto requiere tiempo y renunciar a lo que el cuerpo demanda para sí mismo. Quien ama demasiado su cuerpo, es decir, quien sólo busca el fin de la vida terrenal en el bienestar terrenal, es completamente incapaz de reunir esta voluntad, porque el cuerpo siempre intentará debilitarla, y al final el humano corresponde al deseo del cuerpo, se volverá descuidado y letárgico, tendrá sólo una fe débil en el amor y la bondad de Dios y no Le pedirá Su don de gracia, y entonces tampoco podrá llegar a Él....
Y sólo unos pocos humanos están dispuestos a entregar su voluntad a Dios y se dejan dirigir completamente por Él. Pero estos pocos son verdaderos obreros en la viña del Señor, han mostrado ser fieles seguidores de Dios, y por eso reciben constantemente fuerza para fortalecer su voluntad. Siempre están dispuestos a escuchar en su interior. Y el resultado es un conocimiento espiritual divino, que puede tener efectos inimaginablemente beneficiosos si los demás seres humanos también tienen la voluntad de dejarse enseñar por él.
La voluntad siempre debe volverse activa una y otra vez, porque Dios no obliga a nadie a dirigirse hacia Su reino y, por tanto, también hacia Su gracia.... Pero quienquiera que reúna esta voluntad, Dios lo bendecirá y podrá lograr grandes éxitos, tanto para su propia alma como para la de sus semejantes.... Y será un obrero exitoso en la viña del Señor, y la medida más grande de fuerza y gracia estará a su disposición....
amén
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