Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3416
3416 Desprecio de la Palabra divina.... Consecuencias.... Fuente de poder....
24 de enero de 1945: Libro 44
Vosotros escucháis la Palabra de Dios, y sin embargo, dejáis que la palabra ya no suena en vuestros oídos y no la seguís, porque eso lo expresáis a través de vuestro estilo de vida, que no corresponde a la voluntad divina, la voluntad de Dios, que se os da a conocer a través de Su Palabra y que debe determinar vuestra forma de vida. Y, por lo tanto, sois todos culpables si Dios os hace conocer Su voluntad de otra manera, si en lugar de Su dulce Palabra os deja pasar por una escuela de sufrimiento que supuestamente os enseñará lo mismo, sólo que de una manera que no os conviene mucho.
Sólo unos pocos humanos sufren inmerecidamente, pero saben acerca del plan de Salvación de Dios, saben del significado y propósito de la vida en la Tierra y también del significa y propósito del sufrimiento; Saben que el gran amor de Dios utiliza este medio de educación para ganarse a los humanos para Sí y, por lo tanto, soportan con resignación el sufrimiento que tienen que asumir ellos mismos por el bien de sus semejantes. Pero al mismo tiempo tienen una compensación por sus cuerpos que sufren.... tienen refrigerio y consuelo para sus almas.... porque aceptan con gratitud la Palabra de Dios y obtienen de ella consuelo y fuerza.... Se deleitan con la fuente de la gracia, que el amor de Dios les ha abierto, y el sufrimiento no les oprime en la medida en que lo sienten sus semejantes, a quienes esta fuente de fortaleza está cerrada por su propia culpa.
Dios previó los problemas venideros, y por eso transmitió Su Palabra a la Tierra para ayudar a los que son Suyos a ganar fuerza de fe y paz interior, porque los problemas tenían que venir porque la voluntad de los humanos los provocó; Pero aquellos que son devotos a Dios, que no son responsables de la angustia, no deben sentirse abrumados por esta angustia, no deben quedarse sin fuerzas y sin consuelo interior.... Y por eso siempre se le permitirá escuchar la Palabra divina, la recibirán directamente o a través de los siervos de Dios en la Tierra, quienes deben servir como mediadores entre Dios y los humanos. Y quien permite que esta Palabra Suya surta efecto sobre uno mismo, no debe temer, aunque el problema que le rodea le parezca enorme, porque Él que lo envía sobre los humanos también puede desterrarlo....
Él es capaz de poner fin al mayor daño si Su sabiduría y Su voluntad lo consideran necesario. Dios no deja a los Suyos en problemas, pero por el bien de sus semejantes, a menudo tienen que participar en ellos. Pero deben mantener su fe firme para no ser abandonados por Él.... deben ganar esta fe de Su Palabra, deben sacar fuerza de ella y fortalecerse en su amor por Dios. Deben cumplir la voluntad de Dios ante los ojos de sus semejantes y así darles ejemplo de la vida correcta; deben darles ejemplo de la eficacia de la Palabra divina, para que también permanezcan en la profunda paz interior; en los mayores problemas terrenales, para que también ellos, los seres humanos, aprendan a respetar la Palabra de Dios y a vivir según ella....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise