Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3415

3415 Motivo del sufrimiento de la época....

23 de enero de 1945: Libro 44

A pesar de las mayores dificultades terrenales, la humanidad no pueden encontrar el camino de regreso a Mí, y eso hace que Yo les deje seguir pasando por una dura escuela, porque dentro de poco se acabará su vida terrenal, que todavía les brinda esta oportunidad. Los humanos no aceptan Mis amonestaciones, no escuchan Mi voz cuando les hablo a través del sufrimiento, no abren la puerta de sus corazones, a la que llamo suave y fuerte, sus pensamientos son sólo dirigidos hacia lo terrenal, sólo temen por sus cuerpos y no prestan atención a la necesidad de sus almas. Y por eso tengo que llamar aún más fuerte, tengo que empeorar aún más el sufrimiento para poder llevar ayuda a sus almas.

Y en esto debéis buscar el motivo cuando a vosotros, los humanos, os sobreviene un sufrimiento que parece insoportable; debéis saber que Yo estoy más cerca de vosotros que nunca, porque Me preocupo por vuestra condición, tengo misericordia de vuestra ceguera espiritual y de vuestra terquedad, cuyas consecuencias no podéis medir, pero que nunca podré apartar de vosotros contra vuestra voluntad. Y por eso trato de cambiar la voluntad, porque en cuanto se vuelve sólo hacia Mí puedo apoyar a los humanos y darles fuerza y ayuda.

Y ahora comienza un tiempo de emergencia, que hace que el fin de los tiempos sea tan claramente visible, Y quien no vuelva su mirada hacia Mí, quien no levante sus manos suplicando hacia Mí, será derribado por la gran angustia y ya no podrá levantarse. Pero quien permanezca unido a Mí, quien Me encuentra a Mí en la necesidad, será guiado a través de todo sufrimiento, y Mi amor y Mi gracia lo acompañarán, mientras hago soportable todo lo difícil y le doy fuerza en todo momento. Pero vuestro llamado debe venir de corazón, debéis poder creer en lo más profundo de vuestro corazón, que Soy y que puedo y quiero ayudaros, sólo así Me reconoceréis, y sólo entonces podré consideraros tangiblemente con fuerza y gracia, puedo quitaros el sufrimiento y concederos el alivio terrenal.

Pero mientras Me pasáis de largo, cuando Me interponga en vuestro camino a través de Mi Palabra, mientras no aceptéis esta Palabra Mía como un don de amor de Mi parte, mientras no reconozcáis Mi obra evidente o sólo lleváis Mi nombre en vuestra boca sin que vuestro corazón esté involucrado, no debéis esperar vivir tiempos mejores. Porque entonces vuestra vida terrenal transcurrirá sin éxito para vuestras almas, aunque vuestro cuerpo reconocería agradecido el alivio de la vida. Pero Me acuerdo de las almas porque tienen mucha necesidad. Y como la angustia del cuerpo es de corta duración, mientras que el alma tiene que languidecer por eternidades, vengo en ayuda del alma.

Sólo cuando el ser humano ya no tiene deseos terrenales se vuelve hacia su alma, es decir, se ocupa mentalmente del conocimiento que se le ha impartido y le da al alma la oportunidad de elevarse al reino espiritual, y entonces Me busca y Me deje encontrar por él. Le traigo Mi Palabra, y en cuanto la acepte con fe, la siga y, por tanto, viva en el amor, madurará en su alma, establecerá la conexión Conmigo y habrá sacado el justo beneficio de la necesidad del tiempo, se esforzará con éxito hacia las alturas y se espiritualizará ya en la Tierra....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise