Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3409
3409 Estado de vida.... Actividad.... Servicio....
18 de enero de 1945: Libro 44
En la noche de la muerte, el amor de Dios por el ser ya no es efectivo, es decir su alejamiento de Dios hace que el ser sea insensible a éste, y por tanto su condición es extremadamente dolorosa, que sólo puede ser remediada, es decir, aliviada, si el ser a través de su voluntad se acerca nuevamente a Dios. Sólo entonces comienza lentamente a regresar del estado de total impotencia al estado de vida en el que el amor de Dios puede volver a actuar sobre el ser.
La esencia nunca está fuera del amor de Dios, pero mientras intente alejarse de Su amor, no tiene ningún efecto sobre él. Pero Él trata constantemente de persuadirla para que ella misa se conecte nuevamente al circuito del amor divino, y como al principio tiene muy poca voluntad o incluso una voluntad contradictoria, la ata hasta el punto de que es completamente incapaz de llevarla a cabo. Pero como el libre albedrío es la naturaleza original del ser, éste buscar escapar de este estado proscrito y después de infinitas veces se declara dispuesto a subordinarse a la voluntad de Dios y por tanto actuar según Su legislación que es la base de la creación de volverse activa....
Y entonces se le asigna esta actividad, se le concede un caparazón aflojado en el que ahora puede realizar lo que corresponde a la voluntad de Dios. Contra esto no puede actuar, porque se encuentra en un estado de obligación, está completamente sujeto a la voluntad de Dios, pero por su voluntad ha adquirido el derecho de cumplir una tarea en medio de la creación, que siempre será de servicio a otra obra de creación. Pero como necesita fuerza para cada actividad y ahora también dispone de ella, se ha hecho nuevamente capaz de recibir la fuerza del amor de Dios a través de su voluntad. Esta puede volverse efectiva en la esencia, incluso si la esencia misma pasa desapercibida en su oscuridad.
El reconocimiento de lo que significa para el ser la afluencia de la fuerza del amor sólo es posible en el estado del libre albedrío del ser, que ahora, encarnado como ser humano, puede emerger de las tinieblas del espíritu a la luz más brillante si usa su libre albedrío correctamente. Un desarrollo ascendente de la esencia sólo es posible a partir del momento en que el poder de Dios puede surtir efecto, y esta eficacia requiere inicialmente renunciar la resistencia a Dios. Incluso si el ser es demasiado débil para esforzarse hacia Dios, la falta de voluntad ya no es una resistencia abierta contra Dios, y la debilidad de la voluntad puede remediarse mediante del cuidado amoroso del ser perfecto, que constantemente trata de mover a esa persona al pensamiento dirigido hacia Dios, así como también a través de la oración de los humanos en la Tierra para todo lo débil que todavía languidece bajo el hechizo de la materia....
Si la esencia está dispuesta a servir, entonces ha superado su debilidad de voluntad y está progresando en su desarrollo ascendente. Y si, en la etapa humana, el servir en amor es el resultado de su libre albedrío, entonces el poder del amor de Dios se hace plenamente efectivo sobre él, entonces el ser humano ha pasado del estado de muerte al estado de vida, recibe constantemente fuerza de Dios y disminuye la distancia de Él y está constantemente activo en el amor.
Como ser libre y consciente de sí mismo, actuará según su propia voluntad y, sin embargo, estará sujeto a la voluntad divina, porque al estar inundado por el poder de Dios, que es el Amor en sí Mismo, todo su ser también debe ser amor, y este es el efecto del poder divino del amor, que el ser que no se cierra a Su poder de amor también se convierte en amor.... Este es el estado de vida, de estar conectado con Dios y de bienaventuranza, porque el ser siente el poder del amor como felicidad suprema, como cercanía a Dios y deseo de una actividad constante....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise