Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3380
3380 Erupciones... Fuerzas de la naturaleza... Orden divino...
27 de diciembre de 1944: Libro 44
Se está preparando un acontecimiento que ha sido determinado desde la eternidad, que se basa en la voluntad de Dios y es provocado por la voluntad humana, pero sin conocimiento de los efectos de lo que los hombres han ideado. Cada vez está más cerca el momento en que fuerzas que han sido liberadas por la voluntad humana se unen, y que ahora se unen para realizar algo para lo cual tienen el consentimiento de Dios, Quien sopesa cuidadosamente la causa y el efecto y ayuda a las fuerzas espiritualmente subdesarrolladas de Su parte, donde estas son acosadas por las acciones humanas...
Nada sucede en el universo sin la voluntad o el consentimiento de Dios. tan pronto como la voluntad humana impide el desarrollo ascendente de lo espiritual en las obras de la creación, Dios mismo le da a este espiritual el derecho y el poder de defenderse, y esto sucede de tal manera que poderes inimaginables se desdoblan y se ponen incontrolables al destruir la materia más sólida y así creando un caos para vengarse de su curso interrumpido de desarrollo.
Lo que está ocurriendo en el interior de la tierra como consecuencia de destrucciones y aniquilamientos por parte de la voluntad humana se hará reconocible en muy poco tiempo, porque imparablemente se preparan erupciones que se están produciendo con una violencia que la gente aún no puede imaginar. Cada violación del orden divino tiene un efecto perjudicial sobre la humanidad y también sobre las creaciones terrenales, porque la ley de Dios tiene como objetivo la conservación o el desarrollo ordenado de lo que Él ha creado. Si esta ley es violada, entonces esto también resulta en la disolución o perecer de lo creado, pero para el horror de aquellos que no respetan la ley divina... de las personas, que como seres alejados de Dios, ya no aceptan nada que haya surgido del orden divino.
Y la gente ha llegado a este bajo nivel de madurez porque se entregan a los poderes de las tinieblas y hacen lo que les piden. Destruyen las creaciones en un ciego odio contra el prójimo, e incluso lo espiritual aún desterrado se indigna porque no sienta la liberación ilícita de su forma como redención y, por lo tanto, se pone rabioso y furioso en su libertad. Y la voluntad humana penetra profundamente en el reino de lo espiritual, que todavía está en el comienzo de su desarrollo, y esto toma venganza. Es un acto de la mayor agitación que Dios rara vez permite en la medida en que aparecerá. La obra de las fuerzas es de corta duración, pero causara un daño inimaginable.
Dios entonces destierra de nuevo lo espiritual que se está librando y lo restringe de más rabia y furia. Pero le concede libertad en la medida en que sea necesario para hacer que la humanidad que sobrevivió el acontecimiento piense diferente. Porque en esto consiste el propósito de la obra de destrucción de Dios, que reconozcan su pecado de violar el orden divino y buscan mejorarse... Porque todo lo que sucede es solo un medio para reconquistar lo espiritual que se esfuerza por alejarse de Él, es un recordatorio y una referencia a la omnipotencia de Dios y, aunque no se reconozca, una prueba del amor divino que quiere ayudar a las personas que se han perdido hasta las profundidades más profundas del vicio y la maldad...
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise