Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3372
3372 Obra de amor.... Deseo hacia Dios.... Cumplimiento....
18 de diciembre de 1944: Libro 44
Dios se dirige a cada alma que dirige su ojo hacia Él, que con anhelo se entrega a Él y se esfuerza por poseer Su amor. Dios ama a Sus criaturas con una intimidad que permite también comprender su misericordia, que se dirige a los seres más alejados de Dios. No descansará hasta haber ganado a éstos también. Cuanto más considerará a un niño en la Tierra que no se esconde ante Él, sino que se esfuerza hacia Él. Porque éste está cerca de la meta, y su alma se balancea hacia arriba, y Dios amorosamente Se inclina hacia él....
Y esto significa suministro de fuerza, porque el alma necesita fuerza para su ascensión, la cual no le es retenida tan pronto como se esfuerza hacia arriba. Pero ahora también debe expresar su voluntad a Dios, aunque Él sabe cuál es su voluntad, pero debe convertir su voluntad en acción realizando obras de caridad desinteresadas. Porque por la actividad amorosa se hace digno del suministro de fuerza, porque se forma a sí misma a la imagen de Dios, Que en Sí Mismo es el amor. Cada acto de amor la acerca a Dios, pero sin amor su voluntad hacia Dios es todavía pequeña, aunque quiera expresar el amor con palabras.
Un unificación completa con Dios sólo puede realizarse a través de la obra del amor, pero un niño terrenal sólo llegará a Dios si se enciende en él la chispa del amor, porque esta es la característica de este último, que se dirige a Dios con deseo.... Entonces el ser humano ya ha estado activo en el amor, porque el anhelo por Dios es la respuesta de Dios. El anhelo se expresa y al mismo tiempo se cumple por el deseo por Él. Porque quien anhela a Dios será cuidado por Su amor desde ese momento y su camino ya no podrá ser uno equivocado. Y cada suministro del poder del amor resultará en un mayor deseo.
El niño terrenal ya no puede caer nunca más, aunque a veces amenace con debilitarse, porque Dios ahora lo lleva de la mano y cuanto Le pide Su guía, lo que ya hace inconscientemente cuando Lo mira y admira Su grandeza porque lo imperfecto siempre buscará lo perfecto si es bueno en lo más interior de su ser y, por tanto, buscará en esta perfección la fuerza para llegar a ser como Él. Y Dios cumple este pedido, y ningún niño en la Tierra pedirá en vano dones espirituales, porque estos le llegarán siempre. El amor de Dios considera a Sus criaturas en abundancia para que puedan ser felices y entrar en Su reino. Porque todos los humanos son criaturas Suyas, a las que quiere ganar para Sí.... amén
Traducido por Hans-Dieter Heise