Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3370
3370 Fuerza vital.... Falta de fuerza.... Suministro de fuerza....
17 de diciembre de 1944: Libro 44
Es a través de la fuerza que la voluntad se convierte en acción, por lo que al ser que ha de activar su voluntad primero se le tiene que dar fuerza mientras no la tenga a su disposición. Y para el ser existe un estado de falta de fuerza y un estado de plenitud de fuerza, dependiendo de su naturaleza espiritual. En un estado de falta de fuerza, el ser es incapaz de realizar un acto a pesar de su voluntad, pero en un estado de plenitud de fuerza puede continuamente dejar que su voluntad se convierte en acto, y este es un estado de perfección, de dicha y de felicidad y, por tanto, de semejanza a Dios.
Sin embargo, incluso en el estado de imperfección, donde no puede disponer libremente de fuerza, la esencia no necesita estar inactiva, porque ella misma tiene la oportunidad de adquirir fuerza. Esto se aplica particularmente en el último periodo de desarrollo en la Tierra y también en el ámbito espiritual. En la Tierra atrae constantemente fuerza mientras vive, es decir, la vida misma es un proceso de transmisión de fuerza que puede reconocerse por la capacidad de realizar su actividad terrenal. Sin fuerza, el ser que ahora está encarnado en el hombre no podría lograr nada. Por lo tanto, puede continuar siendo activo durante su vida terrena, realizando cualquier acción según su voluntad, en la medida en que esto esté dentro de sus posibilidades.
El ser humano ahora debería usar esta fuerza para a través del poder real poder estar activo algún día en el reino espiritual. Porque el poder espiritual es diferente a la fuerza vital, aunque la fuente del poder es la misma.... la Deidad Eterna, Que quiere liberar a sus seres del estado de falta de fuerza. La fuerza vital termina con la muerte física de un ser humano, pero el poder espiritual permanece en el ámbito espiritual permanece propiedad del ser, si el ser lo ha adquirido en la Tierra. Y es por eso que el ser que no ha logrado esto en la Tierra vuelve a caer en el estado de impotencia después de su muerte física, lo cual es indeciblemente doloroso para el ser porque previamente conocía el estado de fuerza.
Y, sin embargo, todavía puede adquirir poder en el reino espiritual, pero entonces su voluntad tiene que esforzarse por conseguirlo.... primero debe someterse a la ley divina del amor, de lo contrario, el poder no se le puede impartir en el reino espiritual. Pero mientras no lo haga, seguirá siendo impotente, incapaz de ejercer su voluntad; y la mayoría de las veces esta voluntad es tan débil que permanece completamente apática en su estado de impotencia en el mayor tormento y miseria. Pero los seres que están en plena fuerza no abandonan a aquellos seres necesitados porque se le insta a dar su fuerza a quienes la necesitan. Pero la transferencia de fuerza sólo puede tener lugar si los seres cumplen la exigencia de Dios y deciden servir en amor por iniciativa propia....
Y es por eso que debe iniciarse un gran trabajo en estos pobres seres antes de que se pueda transmitir fuerza; deben ser instruidos y señalados acerca de su tarea en el reino espiritual, sus pensamientos erróneos previos deben ser dirigidos correctamente y primero se debe crear la base para que los seres se transformen en amor, porque el poder no puede alcanzarlos hasta que no decidan sobre su propia iniciativa para utilizar el poder que fluye hacia ellos para obrar en amor. Sólo entonces es posible la transmisión de poder....
Y es por eso que los seres imperfectos siempre tienen la oportunidad de ganar fuerza para entonces poner en acción su voluntad, porque sólo la acción de su voluntad da felicidad al ser en el reino espiritual, así como el estado de impotencia siempre es siempre un estado de tormento, porque la esencia fue creada originalmente para poder crear y diseñar según su voluntad en completa libertad. Y sólo el estado original es un estado de bienaventuranza para lo espiritual, que es, por lo tanto, el objetivo de todos los seres mientras no se hayan convertido todavía en receptores directos del poder de Dios y, por tanto, puedan absorber y dar poder en toda su plenitud.... Sólo entonces el ser es perfecto y ha logrado su objetivo.... se ha unificado a la Fuerza primordial de La que se originó....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise