Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3360
3360 Ser una herramienta de Dios conlleva la sumisión y entrega completa a Dios....
9 de diciembre de 1944: Libro 44
A quien se brindó la gracia ser activo aclarando las palabras de Dios, está en la relación laboral para Dios, es decir él se ha ofrecido en libre albedrío a Él y ha sido aceptado. Y entonces será preparado por Dios mismo para su servicio. Pero primero tiene que haberse activado la voluntad del hombre. A consecuencia no es una preferencia involuntaria de un hombre por Dios sino la consecuencia de la voluntad libre que se junta con el servicio de caridad al semejante. De este modo se da la prueba al hombre que se puede alcanzar con una voluntad apropiada y la caridad, que fuerza se libera de esto y de que manera obvia se pronuncia Dios si un hombre se conecta íntimamente con Él. Él debe pronunciar directamente la voluntad-de servirle, el hombre debe someter por completo su voluntad a la voluntad de Dios, debe darse totalmente en cuerpo y alma, solamente así Dios puede trabajar a través de él, se pueden realizar cosas que aparentemente superan las posibilidades humanas.
Servir a Dios es la tarea más bonita y más exitosa de la tierra, pero parte de eso es la sumisión total. El hombre tiene que dejarse llevar y guiar, no debe hacer nada sin autorización, tiene que ponerse en la mano de Dios y querer que esté viviendo complaciendo a Dios, entonces Dios le captura y su camino será dirigido a partir de este momento. No hace falta que el hombre tema una equivocación, mientras da a conocer la voluntad divina a través de su petición cariñosa a tarear para Él. Es debido ser un hombre de caridad en tierra y lo puede hacer a cualquier hora y en cualquier sitio, en todas las circunstancias de la vida y frente todas creaciones....
Y si se pone a disposición de Dios le va a admitir a una gran misión sirviente.... a contribuir al desarrollo espiritual del hombre. Será utilizado como herramienta divina, de transmitir Su voluntad a los semejantes. Pero se pide la rendición de la propia voluntad, porque es una misión mental, hace falta una voluntad fuerte rendir a la vida buena terrestre, es decir alejarse de anhelos corporales y ajustarse a lo espiritual. Y esa voluntad tiene que vencer todas las resistencias y sacar la fuerza continuamente de la unión intensa con Dios. Sino se puede encontrar esa fuerza de la voluntad no sirve para esta tarea. Dios sabe de la voluntad del hombre, de su capacidad y del provecho de la cual por voluntad libre. Y por eso Él dedicará a los hombres adecuados con Su gracia para poder trabajar para Él en tierra. Debe existir una devoción profunda y una voluntad fuerte en él, en él que quiere servirle en tierra de modo que se pone de reto la salvación del espíritu estorbado y ponerse en marcha cuando pide rezando la ayuda de Dios. Pero solamente pocos en tierra se ofrecen para este trabajo y por eso es una apariencia extraordinaria que Dios mismo enseña a un hombre de una manera que hace aparecer obviamente Su tarea.
La humanidad ya se alejado demasiado de Dios para poder tener un entendimiento para esto, aunque reconociera a Dios por Su palabra y no discutieran Su omnipotencia y amor. Pero cuando esa omnipotencia y amor se revelan en una señal, no reconocen a Dios ella, sino dudan que se revela obviamente y Él es un ser lejano para ellos. Pero Dios quiere acercarse a los hombres, quiere hacerles saber que pueden sentirle diariamente y cada hora, si se ajustan correctamente a Él, si le buscan y piden entrar en conexión con Él. Y acoge la ayuda de un ser humano voluntario que ha pedido antes Su cercanía y que debe y puede dar la prueba como Dios se pronuncia cuando el hombre se abre a Él.
Depende únicamente de su voluntad si es capaz de reconocerle y para cambiar su voluntad, si está alejado de Dios, debe ser enseñado, debe tener acceso al conocimiento divino y la voluntad divina para someterse entonces con voluntad libre, solamente entonces podrá sentir la cercanía de Dios y entonces podrá recibir fuerza para el desarrollo espiritual. Como esto es el último reto del hombre en tierra y significa igualmente la unión total con Dios hay que comenzar en un momento.... Hay que despertar el anhelo dentro del hombre de juntarse a Dios. Pero solamente se despierta si el hombre reconoce a Dios como el amor y esta es consecuencia de propia caridad. Pero como el hombre está desprovisto de cualquier conocimiento al principio de su incorporación humana, tiene que ser enseñado, primariamente debe saber de los mandamientos divinos y que realizandolos se pone en un estado que le permite un acercamiento a Dios. Tiene que animarse la creencia a Dios en él...
Y por eso Dios se revela una y otra vez al hombre, le da pruebas de Su amor, poder y sabiduría. Pero solamente se puede realizar a través de hombres para no forzar la creencia.... solamente es posible a través de hombres que no se resisten, sino sirviendole completamente. El hombre mismo es solamente una herramienta divina a través de él se muestra Su voluntad. Que es utilizado como herramienta es consecuencia de su devoción completa. Contra su voluntad nunca le llamarían para una tarea como ésta, porque está en medio de un flujo de gracia, pero para recibirlo necesita abrirse sino puede recibirla del total. Dios necesita servidores en tierra, pero hace falta su voluntad de servirle, entonces sirven para ser herramientas y su tarea en tierra es exitosa.
No hay ninguna obligación espiritual por parte de Dios a esos sirvientes, ellos tienen que aprobarlo con su voluntad con que fuerza y sabiduría el hombre puede actuar si se somete a la voluntad de Dios y si se recibe la gracia de Él. Debe ser un ejemplo para sus semejantes que le sirve de motivación, entonces pueden desarrollarse cuando empiezan su trabajo espiritual en su alma comenzando con su propia voluntad, si anhelan completamente consciente a Dios cumpliendo sus mandamientos. Entonces van a sentir la fuerza, van a reconocer y querer a Dios y llegar a su meta en tierra.... encontrar la unión con Dios como es su destino....
Amén
Traducido por Bea Gato