Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3347

3347 Devoción a Dios – Subordinación de la voluntad....

26 de noviembre de 1944: Libro 43

Cuanto más devotamente os entreguéis a la voluntad de Dios, tanto más claramente reconoceréis también Su voluntad, porque Él pone el conocimiento de ella en vuestro corazón. Entonces lo que ahora queréis, lo que os insta a hacer, es también Su voluntad, y por eso vuestra vida ahora será pacifica porque ya no dudáis ni titubeáis en hacer algo, sino que lo afrontáis todo con confianza, porque es la voluntad de Dios. Dios actúa en vosotros, y esto siempre se expresará en serenidad y seguridad. La devoción a Dios es, por lo tanto, un requisito previo para una forma de vida pacifica, para una vida en la Tierra que se viva en equilibrio espiritual, en alegría y paz gozosa, porque entonces Dios dirige esta vida, guía a los humanos y recompensa la devoción a Él con Su amor cariñoso que ahora siempre rodea al niño terrenal.

Quien ha sacrificado su voluntad a Dios, acepta todo como una misión de Dios, no se rebela, porque está firmemente convencido de que es bueno como Dios lo determina, porque tiene la misma voluntad y ya no resiste a la voluntad divina. Y esta concordancia de su voluntad con la voluntad divina ya es donando fuerza en la Tierra, porque el ser humano se abre se abre conscientemente a Su irradiación de amor, que siempre lo hará feliz cuando el ser humano se entrega a Dios en la oración. Entonces Dios Mismo puede obrar en el ser humano; Su voluntad puede impulsar la voluntad del ser humano al trabajo espiritual.

Y todo lo que hace el ser humano ahora es obra de Dios en el ser humano, Quien puede hacerse eficaz en él porque la voluntad humana ya no le presenta ningún obstáculo. Y entones el humano queda liberado de toda responsabilidad, debe ser bueno, debe desarrollarse hacia arriba, debe poder alcanzar el éxito espiritual, también hacia sus semejantes, porque toda su voluntad, pensamientos y acciones corresponden a la voluntad de Dios, porque Le ha dado su voluntad por impulso interior y no fue influenciado. Entonces el hombre en la Tierra ya ha logrado su objetivo.... se ha subordinado a Dios y ha renunciado por completo a su antigua resistencia, no da un paso solo, sino siempre con Dios, Que ahora lo introduce en Su reino eterno....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise