Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3345
3345 Múltiples paseos por la creación.... El plan de Salvación de Dios.... Reconocimiento en el reino de la luz....
25 de noviembre de 1944: Libro 43
Lo espiritual tenía que recorrer un largo camino antes de ser admitido a la prueba final de la vida, a la encarnación como ser humano. Tuvo que pasar por muchas deformaciones, tuvo que someterse a la voluntad divina, fue privada de su libertad y por eso se vio obligado a recorrer este camino terrenal, pero con el objetivo último de recuperar la libertad definitiva. La encarnación como ser humano es la prueba final en la que el ser debe demostrar su valía para alcanzar la libertad definitiva. Lo que hizo en estado de obligación.... de servir.... ahora debe hacerlo por su propia voluntad, sin influencia, sólo indicado al respecto.... debe actuar para servir por iniciativa propia, estimulado a través del amor.
Si el ser ahora está dispuesto para emprender este camino de servicio en amor, puede superar su forma final en muy poco tiempo y entrar en las esferas de luz, donde nuevamente puede obrar libremente y sin obstáculos en felicidad. Éste es el objetivo y el propósito a través de los cambios a través de la creación.... Ya que ahora el objetivo a conseguir requiere el libre albedrío del ser, así también es comprensible que el ser puede fracasar si no utiliza adecuadamente el libre albedrío.... no puede alcanzar la meta, sino que toma un camino equivocado que se aleja de la meta. Entonces no basta un paseo por la creación, sino que para llegar a la meta hay que volver a recorrerlo, a veces varias veces, hasta recuperar finalmente la libertad.
Y cada recorrido por la creación requiere nuevas oportunidades de maduración; una y otra vez existen diferentes condiciones bajo las cuales el ser completa el camino de desarrollo hacia arriba. Y este es el plan eterno de Salvación, que sólo se vuelve comprensible para los humanos cuando saben acerca del principio primordial y el objetivo final de lo espiritual a través del despertar de su espíritu. Sólo entonces podrán captar el infinito amor y la misericordia de Dios, Su grandeza y omnipotencia y Su suprema sabiduría. Pero sólo reconocerán a Dios en el reino de la luz, cuando todos los velos caigan de sus ojos y recuerden el viaje que han emprendido en la Tierra.... cuando sepan del infinito y amoroso cuidado del Creador Eterno por Sus criaturas, de la tenacidad de éstas en el estado no redimido y las glorias del reino espiritual....
Todo lo que existe sólo tiene el propósito de guiar de regreso todo lo espiritual a Él, que una vez perdió por la voluntad del adversario, a quien también le dio plena libertad.... Lo espiritual maduro conoce previamente su deficiencia y su distancia de Dios y está eternamente agradecido y devoto a Dios porque no lo dejó en este estado, sino que busco recuperarlo por todos los medios posibles; sabe acerca de la propia insubordinación y el gran amor de Dios, y ahora fallece enamorado de Él, Quien lo salvó de las profundidades espirituales.
Y aunque la andadura terrenal duraba infinitos tiempos, aunque trajo al ser tormentos inconmensurables, el ser mismo lo agradece a su Creador, que lo dejó andar este camino, que Él le dio la oportunidad de alcanzar la meta final para llegar a la vista de Dios.... Porque esta felicidad supera todo lo que el ser ha sufrido en su insubordinación.... Y por eso cada nueva creación es una prueba del amor de Dios, Que quiere guiar a lo espiritual que aún no Le reconoce al conocimiento para hacerlo feliz por toda la eternidad....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise