3344 Plenitud de gracias divinas en los últimos tiempos....

24 de noviembre de 1944: Libro 43

La plenitud de las gracias divinas fluirá hacia los humanos en los últimos tiempos si las necesitan especialmente. No hay nada insuperable para un ser humano si se sirve de la gracia divina, y esta gracia no le será negada a nadie que la solicite en la oración, que invoque la ayuda de Dios. Y lo único que importa es, si el ser humano se abre al influjo de la gracia divina, si envía un pensamiento anhelante a Dios o si lo rechaza por completo.... y con ello se cierra a cualquier don de gracia. Si entra en unión con Dios sólo a través de su voluntad dirigida hacia Él, entonces también podrá disponer de la gracia, porque entonces tiene derecho a ésta sin medir....

Pero si se mantiene apartado de Dios, entonces la gracia de Dios no puede alcanzarle, porque ésta requiere la voluntad del humano y el reconocimiento de Dios a través de la oración. Basta un solo pensamiento dirigido a Dios para que Él Se incline amorosamente hacia el humano y le considera con Su don de gracia.... pero esto nunca puede ofrecerse a un ser humano que se opone a Dios, porque entonces la gracia de Dios sería un medio de coerción para cambiar a ese ser humano. Aunque la gracia es siempre un medio de ayuda inmerecido, un regalo, un don que se da al humano por el amor de Dios, este don presupone, sin embargo, la voluntad del humano de aceptar un don, y Dios exige esta voluntad para no dejarlo sin libertad.

En los últimos tiempos los humanos podrán hacer uso de un exceso de gracia, porque cuanto mayor es la necesidad, más amorosamente Dios considera a quienes aún son obstinados en su mente. Pero sólo pueden llegar a ser eficaces cuando el humano mismo está dispuesto a aceptarla. Y por eso sólo el pequeño círculo de aquellos que son fieles a Dios y Lo llevan en el corazón, reconocerán la plenitud de la gracia. A estos se les dará consideración riquísima porque piden y esperan que su petición sea cumplida.... porque Le presentan todas sus necesidades y Le piden fortaleza para su vida en la Tierra. Sus peticiones no quedarán desatendidas.... Recibirán ayuda en cada necesidad, en todas las situaciones y en el momento adecuado....

Y esta es la gracia, que Dios obviamente da la mano a los que son Suyos, que los fortalece y consuela, que siempre les permite encontrar una salida a los problemas terrenales, que se ocupa de sus necesidades físicas y mentales y que les envía Su Palabra.... Él obviamente trabajará y hablará a los humanos a través de Sus instrumentos para que se vuelvan fuertes y valientes y capaces de resistir todas las tentaciones. Él reunirá a los humanos para que puedan apoyarse y fortalecerse mutuamente.... Y todo esto es gracia, son ayudas que deben darles madurez espiritual y hacer soportables los tiempos difíciles que preceden al fin. Pero quien no lo desea no participa del don de la gracia, porque la corriente del amor divino sólo afecta a quienes recurren a Él, pero los demás están fuera del círculo del amor de Dios, y esto por su propia culpa.

Porque Dios no deja a nadie atrás a quien se acerca a Él, no se aleja de quien Le reconoce, comparte constantemente con quienes quieren recibir Su don de gracia. Pero quien la rechaza se irá con las manos vacías y tendrá que pagar amargamente a final de sus días.... Será víctima de la destrucción en el día del juicio, del cual la gracia divina podrá protegerlo si es aceptado y utilizado con el conocimiento de que sólo ésta le puede salvar de la ruina eterna....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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