Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3342
3342 Poder del amor.... Poder de la Palabra divina.... Ofrecer la Palabra divina con o sin amor.... Deseo....
23 de noviembre de 1944: Libro 43
Sólo aquel que recibe fuerza directamente puede darla, ya sea en la Tierra o en el reino espiritual, porque la entrega de fuerza es primero una consecuencia de recibirla, pero esto a su vez es el efecto de una vida en amor. Por lo tanto, una obra de amor también puede dar fuerza, porque Dios Mismo Se expresa en la obra de amor, por lo que también se produce una transferencia de fuerza. Esto debe entenderse de tal manera que sólo las buenas obras siempre tienen un efecto beneficioso, incluso so esto no se reconoce inmediatamente, pero que un humano que es inherentemente sin amor y cuyas acciones no se basan en el amor nunca puede traer bendición. Aparentemente él puede tener una gran fuerza, pero esto es sólo una fuerza vital aumentada que fluye hacia él del oponente de Dios porque está subordinado a él, pero no es un poder divino que vivifica, que promueve espiritualmente y conduce a las alturas.
Sólo Dios aporta este poder a los humanos y, por lo tanto, este poder sólo puede obtenerse a través de la obra del amor, a través de una conexión directa con Dios. Del mismo modo, el poder espiritual sólo puede ser transmitido por seres humanos que son capaces y están dispuestos a amar, porque sólo esos humanos son receptores del poder. Y de esto se sigue que el poder de la Palabra divina se hace eficaz cuando se presenta a los humanos con amor; de lo contrario, sigue siendo una palabra muerta. Sin embargo, es diferente cuando un ser humano amoroso desea la Palabra de Dios desde el fondo de su corazón y se dirige hacia Dios en busca de la transmisión de la verdad y poder de Dios.
Entonces el mediador de la Palabra puede ser un instrumento silencioso de Dios, entonces Dios Mismo transmite Su Palabra a través de éste al ser humano que la desea, y será recibida por este ser humano como fuente de fortaleza. Porque entonces es Dios Mismo Quien distribuye Su don, como también puede dárselo al ser humano a través de la escritura, pero que sólo cobra vida cuando un ser humano amoroso y exigente con la verdad se lo pide a Dios. El que recibe y el da tienen que permanecer en el amor para que el poder de la Palabra sea eficaz....
Un don que se presenta sin amor es sólo una forma que no está animada por el espíritu, es algo muerto que comprensiblemente no puede despertar a la vida y además no genera ningún amor a cambio. Debido a que el humano no puede recibir fuerza a través de su falta de amor, tampoco es incapaz de darla, y por eso el estado de falta de fuerza existe dondequiera que no se cultive el amor. Pero falta de fuerza también es oscuridad.... La luz falta allí donde no hay transmisión de fuerza a través de la obra de amor. Y la luz es conocimiento.... Así que el estado de falta de amor tiene que ser al mismo tiempo un estado de ignorancia, una falta de conocimiento que corresponda a la verdad. Y es por eso que la falta de amor también ha alejado la verdad, y está sólo puede recuperarse a través de la obra del amor....
Pero la verdad es la pura Palabra de Dios, que se transmite al ser humano que está activo en el amor, y este ser humano también se llenará de poder y podrá distribuir luz y poder nuevamente. Y si el amor al prójimo impulsa al humano a difundir la Palabra de Dios, entonces también podrá presentarla de manera viva, y entonces esto también dará vida a sus semejantes, porque esta es la fuerza de la Palabra divina, que no deja nada sin impresión si es ofrecida con amor. Y es por eso que el sirviente mismo de Dios tiene que estar en el amor si quiere tener éxito en la viña del Señor. Tiene que reconocer la necesidad espiritual en la Tierra y querer ayudar a los humanos, entonces tendrá la fuerza de formar sus palabras de tal manera que sean comprensibles y aceptables para los humanos.
Entonces la fuerza inherente en la Palabra divina fluye hacia el oyente, aumenta su receptividad, su comprensión y nuevamente su actividad amorosa.... sigue la Palabra divina y haces progresos espirituales considerables.... Y sólo esto produce el Amor.... Pero sin amor, todo trabajo para el desarrollo espiritual superior de uno es inútil. Y es por eso que se desperdicia tanto trabajo en la Tierra. Porque incluso quien se siente llamado no reconoce la necesidad de la obra del amor y la falta de fuerza de la palabra que se presenta sin amor. Y es por eso que Dios llama a Sus siervos en la Tierra, a quienes presenta repetidamente el poder del amor, que trae consigo bendiciones inimaginables y que, por lo tanto, nunca debe apagarse si el ser humano busca alcanzar el éxito espiritual, porque sólo el amor redime, y sólo el amor conduce a Dios....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise