Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3335
3335 Culpa del pecado.... Perdón.... Redención.... Cruz de Cristo....
19 de noviembre de 1944: Libro 43
Las gracias de la obra de Redención se extienden a rodos los humanos que tienen fe en Jesucristo. También tienen asegurado el perdón de sus pecados tan pronto como los reconocen, se arrepienten y piden perdón. Porque quien cree en Jesucristo también sabe que es pecador, de lo contrario no reconocería Su obra de Redención. En consecuencia, están bajo la cruz de Jesucristo, se sienten cómplices del sufrimiento y de la muerte que Jesús asumió y se inclinan humildemente ante Él para pedirle perdón de sus culpas. Pero estos humanos se esfuerzan constantemente por alcanzar la madurez de su alma, por lo que siempre se refugiarán bajo la cruz de Cristo si se ven expuestos a tentaciones en la lucha por la vida o si a veces sucumben a ellas.
Porque saben que son débiles y que, por tanto, el peligro de pecar es sobremanera grande si no piden constantemente fuerza e invocan a Jesucristo para que fortalezca su voluntad. Saben que pueden acudir a Él en cualquier momento; También saben que Dios es paciente y misericordioso, Que conoce las debilidades de Sus hijos y que siempre está dispuesto a perdonarlos si han pecado y se acercan arrepentidos a la cruz de Cristo. Porque la obra de la Redención fue cumplida para todos los humanos y para todos los tiempos.... Sus gracias siempre serán efectivas sobre los humanos que creen en Jesucristo, y toda culpa será echada sobre aquella que Él tomó sobre Sí y que ha expiado a través de la muerte en la cruz.
La obra de misericordia es tan grande que los humanos no pueden comprenderla.... Pero sólo aquellos que se conectan con Él a través de la fe siempre pueden participar en ella. Y por eso el sufrimiento en la Tierra es enorme, incluso a menudo insoportable, porque la humanidad ha perdido esta fe, porque no huye hacia Él con la culpa del pecado, sino que está cargada y ahora también tiene que llevar esta carga. Su deuda no puede ser pagada, aumenta constantemente y pesa cada vez más sobre los humanos que carecen de fe en Jesucristo.
Y será tan grande que la culpa aplastará a los humanos hasta tal punto que colapsarán bajo ella y ya no podrán levantarse, porque no buscarán el perdón de su culpa, y la justicia de Dios no puede borrarla si no desean y aceptan Su gracia de ser redimidos de su culpa. Un ser humano Se sacrificó en un amor sumamente grande y a través de Su muerte ofreció a Dios una expiación que fue suficiente por todas las eternidades para que los pecadores encontrarán perdón ante Dios por este sacrificio.... porque era el Ser más puro, Él no tenía culpa alguna y, por lo tanto, Su sacrificio compensó los pecados de toda la humanidad.
Pero Su sacrificio de expiación tiene que ser reconocido por los humanos; tienen que estar dispuestos a aceptar las gracias adquiridas a través de esto, de lo contrario no podrán ser liberados de su culpa para siempre. El pecado arrastra a los humanos hacia abajo, la muerte de Cristo los levanta de nuevo.... El pecado es la muerte del alma, pero bajo la cruz de Cristo vuelve a la vida.... Todo ser humano es pecador mientras sigue caminando en la Tierra; pero en la fe en Jesucristo y Su obra de Redención encuentra el perdón, encuentra la vida eterna, que habría perdido por el pecado.
El perdón de la culpa del pecado es por lo tanto de suma importancia, sólo puede venir a través de Jesucristo, no puede ser reemplazado por ninguna otra cosa, y por eso todo humano que carece de fe en Jesucristo y Su obra de Redención languidecerá en los pecados. Porque aunque lleva una vida en la Tierra de estricta autodisciplina y pureza, todavía permanece con el pecado de su antigua rebelión contra Dios, que es la razón de su vida en la Tierra en realidad....
Porque este pecado le trajo la voluntad debilitada, que es incapaz de ofrecer resistencias a las pruebas y tentaciones terrenales que le hacen pecar. Porque Jesucristo ofreció su sacrificio conociendo la profunda necesidad, conociendo la debilidad de la voluntad en que se encuentra la humanidad a causa de su pecado anterior.... Y para redimirla de ello, dio Su vida en la cruz.... porque Él estaba lleno de amor, y el amor busca traer ayuda, el amor siempre estará activo de manera redentora....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise