Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3328
3328 Concordancia de los resultado espirituales.... Verdad....
13 de noviembre de 1944: Libro 43
Una completa concordancia de sus pensamientos y de sus palabras se dará entre aquellos que son iluminados por el Espíritu de Dios, porque todos ellos son enseñados por el Espíritu de Dios Mismo y sólo pueden representar la misma verdad, porque la han recibido de Dios a través de Su Espíritu. Sin embargo, la concordancia de pensamientos no depende de que los humanos pertenezcan a la misma confesión, sino que sólo tienen que estar espiritualmente en el mismo camino, es decir, su estilo de vida tiene que corresponder a la voluntad de Dios mediante el ejercicio de la caridad activa. Porque a través de esto se despierta el espíritu en ellos a la vida, que ahora puede enseñarles, es decir, guiarles hacia la verdad.
Sin embargo, los humanos despertados por el Espíritu de Dios generalmente perseguirán objetivos diferentes a los que generalmente son exigidos por las organizaciones eclesiásticas. No se apegarán tanto a lo externo, pero aténgase al meollo del asunto, la Enseñanza del amor de Cristo ponerse como guía de sus vidas, es decir, llevar su estilo de la vida correspondiente a esta Enseñanza de amor, incluso si también cumplen en obediencia los mandamientos de la iglesia a la que pertenecen. Sin embargo, el cumplimiento de los mandamientos de la iglesia no les ayuda a despertar el espíritu, sino sólo el cumplimiento de los mandamientos divinos que exigen amor, por lo que ahora también el ser humano puede tener un espíritu despierto que no pertenece a ninguna comunidad eclesial externa, pero que vive en el amor. Porque pertenece a la Iglesia de Cristo, a la Iglesia que reúne la comunidad de los creyentes, a la Iglesia que Cristo fundó con las Palabras: “Tu eres Pedro, la Roca, sobre ti edificaré Mi Iglesia....”
Y esta comunidad de creyentes puede estar compuesta por una variedad de organizaciones eclesiales, porque en cada una habrá humanos verdaderamente creyentes, que practican el amor y en quienes el espíritu de Dios puede obrar. Pero éstos tendrán el mismo espíritu, representarán la misma dirección de pensamiento, tendrán la misma comprensión por los problemas espirituales y se esforzará por alcanzar el mismo objetivo espiritual porque son introducidos a la verdad por el Espíritu de Dios y ésta nunca podrá contradecirse. Y ese es el símbolo, la característica de la Iglesia de Cristo, de que todos sus miembros son de la misma mente, pero que no representan ideas adquiridas externamente, es decir, que les han sido impartidas por otros seres humanos, sino que han recibido la verdad tanto desde dentro como de fuera. Las ideas transmitidas primero también deben haberse convertido en su propiedad a través de la obra del espíritu en el hombre, antes de que pueda ser representada.
Las organizaciones eclesiales terrenales, sin embargo, exigen la aceptación incondicional de las enseñanzas que les han sido transmitidas a través de aquellos. Establecen un dogma, cuyo rechazo entonces presentan como pecado, es decir, que se prohíbe a los humanos una posición al respecto. Esto no es una creencia.... esto no es un bien adquirido espiritualmente que pueda representarse con plena convicción si el ser humano no ha adoptado primero una postura seria al respecto. Entonces el Espíritu de Dios no puede estar activo en este ser humano porque no le dan la oportunidad, a través de una reflexión seria, de responder a sus preguntas, de enseñarles y corregir errores....
Al Espíritu de Dios se le hace imposible obrar, no puede expresarse porque no se le pide dar una aclaración. Y eso por eso que esos humanos probablemente estará de acuerdo en sus opiniones y pensamientos, pero sólo repetirán lo que se les han dicho que hagan, pero no representarán pensamientos que hayan adquirido por sí mismos, que hayan generado en ellos el deseo más profundo de la verdad pura.... Así que no hay pensamientos propios, sino tomados de otros humanos y por lo tanto no son obra de la propia chispa espiritual....
Sin embargo, a la obra del Espíritu divino también se le atribuyen resultados que están lejos de la verdad porque los humanos no saben cuándo y dónde puede obrar el Espíritu de Dios.... porque relacionan la obra del Espíritu con una persona, con un rango o una dignidad.... El Espíritu de Dios obra donde quiere.... pero siempre sólo donde un corazón capaz de amar y dispuesto a amar permite esta obra, donde se cumplen las condiciones previas que Dios ha puesto para que la verdad pura pueda ser revelada a los humanos a través de éste.... Y todos los humanos pueden cumplir este requisito previo, sin importar a qué dirección espiritual pertenecen y qué rango ocupen en la Tierra....
Y por eso la verdad sólo puede estar allí donde obra el Espíritu de Dios, pero siempre de acuerdo. Y a medida que salen a la luz diversos resultados y pensamientos espirituales, no se puede hablar de la obra del Espíritu y se tiene que examinar dónde se ha ignorado el cumplimiento de los requisitos previos. Porque el Espíritu de Dios siempre instruye a los humanos en la misma verdad, que es eterna e inmutable.... pero que siempre y una y otra es guiada a la Tierra en toda pureza, donde los seres humanos despiertan su espíritu a través de una vida de amor desinteresada, que ahora los enseña desde dentro....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise