Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3312
3312 Una comunidad creyente.... la fuerza de la fe
29 de octubre de 1944: Libro 43
Una comunidad creyente puede causar un beneficio muy grande en medio de incrédulos en cuanto viva la palabra de Dios y se cumpla la promesa de Dios, los creyentes darán un ejemplo vivo para la lección de amor de Cristo y a la vez son una prueba de la verdad de Su palabra por lo cual los indiferentes podrían adquirir la fe si están de buena voluntad. Y esta comunidad creyente es la iglesia cristiana a través de ella se reparte Su palabra porque quien viva su fe y quien cumpla los mandamientos divinos, es decir quien adopte la lección de amor como su hilo conductor, intenta a convencer también a sus semejantes; le va a presentar la palabra de Dios, le va a predicar su amor, tratará de fortalecerle en su fe y acercarle a la iglesia de Cristo, incorporarle a la comunidad de los creyentes para ganar su alma para el reino de Dios. El trabajará para el reino de Dios....
De este modo una comunidad creyente puede ser muy beneficiosa y preparar a los semejantes para la lucha religiosa. Le puede dar la prueba de que la fe lleva mucha fuerza y de que el conocimiento rico conlleva una vida de amor para el hombre y les estimula para cuidar la fe y el amor y se salen fortificados y capaces de ofrecer resistencia en cuanto les llegue la lucha religiosa. Los hombres tienen que apoyarse uno al otro y el creyente podrá encontrar la fuerza para ser un apoyo para los creyentes de poca fe. Habrá una comunidad creyente que será como una bastión contra el asalto del mundo, contra los hombres incrédulos. Porque la palabra de Dios les transmite gran fuerza a los creyentes.
La voluntad divina será anunciada a través de la palabra de Dios, la lección amorosa de Cristo les será transmitida y quien cumpla la voluntad de Dios mientras viva el amor, va a ser inundado por la fuerza de Dios, y la fuerza de Dios es insuperable, así el creyente puede mirar con el futuro sin preocupación y traspasar también una fuerza a los que quieran ser parte de la comunidad con la intención de hacer lo correcto. El creyente no pierde su fe porque lo que tiene de propiedad intelectual que se acerca a la verdad, no lo dejará nunca más y esta propiedad intelectual le ha prestado su fe profunda y que está viva, es decir que actúa en el nombre del amor de forma de que la propiedad intelectual se aumentará. Esta forma de fe será firme y resistirá la última lucha. Lo fortalecerá a muchos de poca fe y incrédulos cambiarán para encontrar la fe porque se les revelará la fuerza de la fe mientras los profundamente religiosos lo pidan para dar prueba a los semejantes de que la palabra de Dios es verdad y sirve de plena fe....
ámen
Traducido por Bea Gato