Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3309

3309 Conexiones espirituales y terrenales.... Grado de madurez....

27 de octubre de 1944: Libro 43

En el reino espiritual, las almas que están en el mismo nivel espiritual se conectan para obrar conjuntamente aprovechando la fuerza de Dios que fluye hacia ellas. Esta conexión es sumamente gratificante porque la armonía completa es la base y todas las almas que son receptoras de luz, y fuerza también el amor más profundo reside en ellas que se transmiten entre sí. Es un dar y distribuir constante que es bienaventurado, es un obrar ininterrumpido de amor por las almas que necesitan ayuda y también luz y fuerza. La unificación de seres con ideas afines e igualmente maduros les proporciona una mayor fuerza, gracias a la cual pueden realizar tareas más grandes que si estuvieran solos. Y correspondientes también son sus éxitos. Hasta cierto punto el campo de trabajo de los seres de luz se ha ampliado, el círculo de aquellos a quienes les corresponde formar es cada vez más grande, y esto los estimula a ser cada vez más diligentes en su actividad, lo que a su vez resulta en un aumento de suministro de fuerza.

Son seres extremadamente felices que forman una comunidad en la obra espiritual, porque el amor mutuo los envuelve en una estrecha conexión. Pero sólo pueden entrar en esta conexión en la esfera espiritual que corresponde a su grado de madurez. Son almas relacionadas espiritualmente que a menudo no han tenido contacto alguno en la Tierra entre sí, pero que superan todos los vínculos terrenales en términos de felicidad precisamente gracias a la completa armonía de su voluntad, su conocimiento y su amor. Esta armonía rara vez se encuentra en la Tierra y la mayoría de los vínculos terrenales son físicos y carecen de armonía espiritual. Y entonces uno puede ser un obstáculo para el otro en su desarrollo espiritual, aunque cada uno puede volver a madurar debido a las resistencias y dificultades que surgen de la diversidad de las almas vinculadas.

Sin embargo, rara vez se encuentra el mismo grado de madurez espiritual en las relaciones terrenales, porque esto ya sería una felicidad extremadamente grande en la Tierra, es decir, un estado que ya no sería compatible con la vida terrenal, porque entonces los humanos ya no serían capaces de cumplir sus tareas terrenales, sino que sólo podrían ser activos espiritualmente correspondiente a su madurez. Pero tal actividad espiritual también requiere fuerza espiritual, que ahora para los humanos ignorantes e inmaduros les parecería sobrenatural y que les perjudicaría en su creencia y su libre albedrío, es decir, estos humanos espiritualmente conectados tendrían una fuerza extraordinaria, que sería incomprensible para sus semejantes y lo dejaría sin libertad en su creencia.

Por eso los humanos espiritualmente igualmente maduros sólo puede reunirse en el reino espiritual, y tienen que renunciar a una conexión en la Tierra. pero aún pueden obrar en amor unos al lado de los otros y realizar su actividad espiritual para su propia felicidad, pero como trabajadores en la viña del Señor traerán bendiciones a innumerables almas a las que ayudarán a alcanzar la luz, y juntos aún madurarán hasta su partida de la Tierra para luego poder entrar en conexión con el reino espiritual y entonces obrar juntos como seres de luz que irradian fuerza y luz y dan su riqueza espiritual a las almas las cuales quieren hacerlas felices....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise