3305 Oración de los despertados....

24 de octubre de 1944: Libro 43

Escuchad el Espíritu divino: Dios Se preocupa en todos los sentidos por ayudar a los humanos a alcanzar la salvación de sus almas, y todo lo que sucede, lo que Él Mismo hace o permite, es un pedio para ello. Y por eso todo lo que viene de la mano de Dios debe ser aceptado con gratitud, aunque el cuerpo lo sienta como sufrimiento, porque es útil para el alma. Y este pensamiento también debe determinar vuestra oración; sólo debéis pedir por el bienestar por vuestra alma y dejar el bienestar de vuestro cuerpo a la voluntad de Dios, porque Su amor y Su sabiduría sólo considera vuestra alma y la vida eterna del alma es el objetivo y el propósito de todo lo que os sobreviene.

Así que debéis orar para que Dios proteja vuestra alma de todo peligro, y deberíais entregarle vuestro cuerpo enteramente, debéis dejarlo en manos de Él como Él lo considere y confiar siempre en Su amor y sabiduría, que deben ser vuestra garantía de que todo lo que Dios os envía es bueno. Esto se aplica al ser humano despierto que conoce el significado y el propósito del sufrimiento y que también conoce la angustia espiritual de la humanidad y conoce sus consecuencias para las almas. Sus peticiones y súplicas deben ser siempre por el bienestar espiritual, debe ser una oración constante por la luz en las tinieblas del tiempo, debe ser una lucha por los bienes espirituales, por la fe firme, por el conocimiento de la verdad y por el conocimiento espiritual, porque sólo esto elimina la angustia espiritual y también la necesidad terrenal al mismo tiempo, porque esto es consecuencia de la primera.

Quien está en la cognición cuya oración sólo debe ser una petición por la salvación de la necesidad espiritual.... sin embargo, también puede encomendar todos los problemas terrenales al Padre celestial entregándose completamente a Su guía, creyendo que él, como Su hijo, está amorosamente protegido por Él.... Su fe en el amor de Dios debe ser fuerte, entonces todas las preocupaciones terrenales desaparecerán, porque si un niño sabe que es amado por su Padre, ya no teme a nada, porque el amor de Dios lo aleja de él si es beneficioso para su alma. El ser humano debe estar seguro del amor de Dios.... Y lo será si él mismo está en el amor. Según el grado de amor a Dios y al prójimo y a su actividad, el amor de Dios lo colma y se le hace perceptible....

Y el ser humano que está activo en el amor estará completamente despreocupado, incluso en los problemas terrenales.... Porque confía firmemente y, por lo tanto, no conoce preocupaciones. Y esa es la fuerza del amor divino que fluye a través de él tan pronto como él mismo está activo en el amor. Ya no creerá que puede dominar nada por sí solo, sino que se entregará completamente al Padre del cielo y pondrá a Sus pies todas las preocupaciones terrenales porque sabe que sólo Dios puede quitárselas, que sólo Dios guie su destino de tal manera como es bueno para él. Y por eso confía en que Dios en Su amor no le cargue más de lo que es necesario para su alma. Y su oración será una entrega a la voluntad divina, ni pedirá nada, sino que se someterá humildemente a la voluntad y la determinación de Dios....

Sin embargo, el alma también puede huir a Dios en gran angustia corporal y invocarle por poder y fuerza, porque esta angustia muchas veces llega al ser humano para persuadirla a entrar en contacto íntimo con Dios si está en peligro de aflojar en la oración (24.10.1944) Y entonces Dios Se revela cumpliendo las peticiones, porque la fuerza de la oración ha de ser demostrada a los humanos para que se cumpla la promesa divina: “Pedid y se os dará”,....Porque Dios cuida de todos Sus hijos que lo ven como su Padre y se Lo demuestran a través de una fiel oración. Pero Dios sabe cuándo Sus hijos están en necesidad; Él conoce sus deficiencias terrenales y espirituales y las considera en consecuencia. Se da a quien Le pide, y el fervor de la oración también asegura su cumplimiento.

Pero la fuerza de la oración aumenta cuando el cumplimiento de cada petición se deja a la voluntad de Dios, cuando el ser humano se entrega a Su voluntad, entonces se pone completamente bajo la guía de Dios, y entonces se cumple todo para la salvación de su alma. La palabra de Dios dice: “Pedid, y se os dará”.... por lo tanto, el ser humano puede pedir cualquier cosa, puede venir al Padre con inquietudes terrenales y espirituales.... siempre será considerado según su fe. Pero si está dispuesto a renunciar al cumplimiento de una petición si esto corresponde al amor y la sabiduría divino, entonces se somete enteramente a la voluntad de Dios. Y Éste verdaderamente sólo tiene como objetivo lo mejor para el humano.

La mayoría de la veces también se cumplirá porque ya ha avanzado tanto en su cognición que ya no hay temor de extraviarse en el mundo, y entonces Dios lo considerará espiritual y terrenalmente, apartará de él toda angustia, Él le facilitará todas las pruebas y le acompañará con amor en su camino terrenal, y no tendrá que temer que Dios no escuche su oración silenciosa.... Porque entonces la voluntad de Dios es entonces también su voluntad, en cuanto se haya sometido a Él, y la voluntad de Dios también dirige correctamente su pensamiento.... entonces sólo orará por lo que promueve sus desarrollo espiritual y nunca más pensará en su cuerpo, y entonces Dios le dará lo que necesita para el alma y cuerpo. Porque Su promesa se cumplirá al pie de la letra....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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