Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3302

3302 Verdad: Calma y paz interior....

22 de octubre de 1944: Libro 43

Cuán erróneo es el pensamiento de las personas, se deriva del hecho de que carecen de la feliz calma del conocedor que constantemente saca fuerzas del conocimiento correcto que corresponde a la verdad. Y mientras esta tranquilidad no domine la esencia de una persona, todavía no está en la verdad, es decir, en el conocimiento correcto de ella, porque bien puede haber recibido la verdad intelectualmente, pero aún no necesita estar en el reconocimiento, por lo que aún no se ha convertido en propiedad intelectual, mientras que no la haya aceptado también con el corazón y la mente. La verdad pura también debe traer la paz interior a la persona, porque la verdad pura es un regalo de Dios, que Él da a las personas que son dignas de tal regalo. Y el don divino siempre os hará feliz.

Pero la humanidad se encuentra en un estado de ruptura, inquietud, búsqueda, ansiedad e incertidumbre constante, está plagada de dudas y rechaza voluntariamente lo que antes creía que era la verdad. Pero ella se aferraría a la pura verdad y la defendería con tenacidad y firmeza. Pero ella todavía no posee la verdad pura.... de lo contrario, el gran sufrimiento no pasaría por la tierra.... Porque la verdad garantiza el pensamiento correcto, y pensar correctamente no resulta en un caos como el que existe actualmente en la tierra.

Donde se proclama la verdad hay un remanso de paz, y quien acepta la verdad también puede entrar en este remanso de paz. Porque si también hay la mayor inquietud a su alrededor y la mayor contienda se desata, los portadores de la verdad se ven poco afectados por ella, porque la verdad misma los protege de caer en un estado de inquietud. Los portadores de la verdad están conectados con Dios, y el mundo ya no puede quitarles la paz interior que Dios irradia a sus corazones. Solo puede oprimir su cuerpo externamente, pero ya no poner el peligro grave el alma, y esta seguridad del alma también se irradia a toda la persona, de modo que permanece segura y tranquila en medio de la tormenta del mundo....

Porque la verdad tiene la fuerza en sí, así que una vez toca el corazón del hombre y es aceptada por la voluntad de la persona. Esta fuerza tiene que superar todas las fuerzas opuestas porque es más fuerte que estas. Sólo cuando el hombre se mantiene firme en la verdad, en el conocimiento, su objetivo está a su alcance, y luego se esfuerza firmemente por alcanzar este objetivo y ya no puede ser conmovido en su seguridad y firmeza. Físicamente también está todavía expuestas a las penurias de la vida, pero estas ya no le parecen tan grandes que le vuelven tímido en cuanto se refugia en la verdad eterna, en la Palabra de Dios, en la verdad que sea hecho forma, porque la fuerza de la Palabra divina fluye notablemente a través de él y le devuelve la paz interior.

Por donde hay un error, también habrá un estado constante de perplejidad, cuanto mayor y más deprimente, más profundo está el hombre en el error.... El mundo, sin embargo, representa actualmente una abundancia de errores y está seriamente alejado de la verdad. Pero la verdad es luz, el error es oscuridad; y donde hay tinieblas, también habrá un lio, un caos, que es terrenal y espiritualmente amenazante, porque el orden divino ya no se mantiene, porque la oscuridad ya no permite reconocerlo. Donde hay error, también habrá acciones incorrectas, porque las doctrinas incorrectas conducen a un pensamiento incorrecto, y esto a su vez conduce a acciones que contradicen el orden divino.

Y que el mundo está pensando completamente mal, eso es evidente por sus acciones, que representan una sola obra de destrucción, que están dirigidas en contra de la voluntad divina de crear, que causan el mayor daño al semejante y por lo tanto contradicen completamente al mandamiento divino de amor.... Tales acciones solo pueden nacer de una voluntad equivocada, un pensamiento incorrecto que solo ha surgido del error que se difunde como verdad en el mundo. Donde hay error también hay desamor porque donde se enseña y también se practica el amor, hay verdad, porque Dios Mismo, Que es la Verdad eterna, también está allí donde está el amor. Porque la verdad y el amor son inseparables....

Y es por eso que inevitablemente se puede inferir de un pensamiento erróneo donde el desamor se propaga, y el pensamiento erróneo es el resultado de enseñanzas erróneas.... Y es por eso que la verdad debe tomar medidas sobre el error, y es por eso que Dios Mismo envía a los portadores de la verdad entre los hombres para que la verdad sea transmitida para que puedan encontrar la salida del estado caótico, para que conozcan la paz interior dichosa, que es la única que les trae solo la verdad, que tiene un efecto tanto espiritual como terrenal, porque las condiciones terrenales se mejoran notablemente, así como la verdad una vez haya tomado lugar entre la humanidad y con ella el amor también encontró su camino.

Entonces habrá luz, calma y paz, porque con la verdad, Dios Mismo está cerca de los hombres y emana constante luz y fuerza de Él y que el alma humana encuentra la paz en el reconocimiento y conocimiento correcto, lo que la hace indeciblemente feliz....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise