Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3293

3293 Pecado.... Voluntad.... Oración....

14 de octubre de 1944: Libro 43

En la voluntad de hacer lo correcto nunca tropezaréis porque entonces Yo os protegeré de ello. Pero si confiáis en vuestras propias fuerzas, entonces vuestra voluntad no es para Mí, entonces Me excluyáis de vuestros pensamientos y entonces podéis pecar fácilmente. Todo lo que viola Mis leyes, el orden que Yo he introducido, es pecado. Si ahora Me deseáis y vuestra voluntad, por tanto, se dirige Mí y hacia la unión Conmigo, entonces no haréis nada que vaya en contra de Mi orden, porque como conozco vuestra voluntad, no os dejaré sin fuerza para cumplirla. Pero si pecáis, entonces reclamáis la fuerza de Mi oponente y previamente también debéis haberos dirigidos a él mediante malos pensamientos, palabras u obras.

Quien cree que puede pecar, aunque su voluntad está vuelta hacia Mí, no sabe de Mi amor por todas Mis criaturas. Ciertamente puedo probarlo y dejarlo pasar por tentaciones, que su voluntad siempre podrá vencer, porque Mi gracia está disponible para él, por lo que nunca necesita pecar mientras se esfuerce por alcanzarme. Ciertamente puede debilitarse en la tentación, es decir, sentirse débil, pero nunca necesita caer porque un pensamiento anhelante hacia Mí ya le da la fuerza para resistir la tentación. Y por eso vosotros, los humanos, siempre disponéis de la oración en cada tentación, necesidad y peligro del alma.

Si vuestro corazón Me anhela, si vuestra voluntad es solo para Mí, entonces cada tentación del mundo puede acercarse a vosotros o tentaros a trastornar el orden.... un suspiro sincero hacia Mí pidiendo fuerza os deja superar todo victoriosamente. Por tanto, no creáis que si vuestra voluntad es buena, debéis pecar.... Porque en el pecado predomina el poder de quien es Mi adversario. Pero a éste primero le dais el poder a través de vuestra voluntad, que entonces ya no se aplica a Mí, sino que se ha apartado de Mí. El pecado es un desprecio de Mis mandamientos, actuar contra ellos.... pecado es todo aquello que tiene un efecto destructivo y no constructivo, que tiene como causa el odio y la crueldad y que, por tanto, puede ser considerado como malo, es decir, adverso a Dios por todo ser humano.

El pecado es una ejecución consciente de lo que viola Mis mandamientos.... Pero nunca seréis obligados a hacer esto, sino que vuestro libre albedrío os impulsa a ello, y éste probablemente puede ser extremadamente debilitado, pero puede fortalecerse a través de Jesucristo.... Así que nunca tendréis que ser débiles de voluntad si invocáis a Mí Mismo, el divino Redentor, por fuerza. Nunca necesitaréis pecar si Me entregáis vuestra voluntad.... Yo remediaré vuestra debilidad, estáis constantemente bajo Mi protección, y el pecado no tienen poder sobre vosotros mientras vosotros mismos no se lo concedéis.... Que error, que debéis pecar aunque vuestra voluntad sea buena....

La debilidad de la voluntad puede remediarse en cualquier momento, porque por ella morí en la cruz.... pero el que no Me reconoce, difícilmente volverá su voluntad hacia Mí, y el mal tiene poder sobre él, y puede caer y pecar, porque no sabe lo que significa poner su voluntad bajo la Mía y ser cuidado por Mi amor y ser abastecido con Mi fuerza de ahora en adelante. El pecado es una confesión abierta de apartarse de Mí, que también puede realizar un ser humano que se esfuerza por ser bueno; pero siempre en el momento del pecado ha entregado su voluntad al mal. Y como su voluntad es libre, no será impedido por Mí mientras deje de pedirme la gracia de una voluntad fortalecida y de la fuerza para resistir.

Porque mientras él se entregue al oponente, Mi fuerza es ineficaz, es decir, él mismo la rechaza y recibe la fuerza de ese oponente. Entonces peca en contra de Mi orden, al despreciar Mis mandamientos de amor y, por tanto, violarlos. Pero el que no quiere pecar siempre dispone de Mi gracia a su disposición, y su voluntad anhelándome a Mí le garantiza la transmisión de esta fuerza. Porque ¿dónde estaría Mi amor si quisiera hacer más difícil a un niño terrenal hacer su esfuerzo serio de ser bueno dejándolo sin ayuda? ¿Cómo imagináis este amor que deja caer a un ser humano si puede impedirlo? Que dejaría pecar a un ser humano cuya voluntad es vivir según Mi voluntad.

El pecado es siempre obra de Mi oponente, mientras Yo quiero proteger a todas Mis criaturas del pecado y también lo hago si Me han entregado su voluntad. Así pues, quien peca se ha entregado al poder de Mi adversario por su libre albedrío y debe responder por ello. Y cuanto mayor es su pecado, más sabe que a través de la oración, mediante la exigencia de fuerza, tiene la oportunidad de resistir al pecado y, por tanto, al poder del mal.... Porque entonces su pecado es consciente y correspondiente es también la grandeza de su culpa....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise