Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3285
3285 La oración y el obrar en el amor son armas contra la tentación....
8 de octubre de 1944: Libro 43
Podéis caer muy fácilmente como víctimas en manos del poder del mal si aflojáis en oración y en obras de amor. Porque él acecha cada debilidad para derribaros; Él aprovecha cada oportunidad para haceros pecador, y también lo consigue si os falta la fuerza que os aporta la oración y las obras de amor. Por lo tanto, nunca debéis sentiros seguros, porque el enemigo de vuestras almas también viene a vosotros bajo la máscara de un amigo, intenta conquistaros para tener un juego fácil con vosotros. Y si no prestéis atención, lo reconoceréis demasiado tarde y ya no podréis defenderos de sus astucias y engaños.
Pero la oración os protege de su poder, porque entonces os conectáis con Dios, construís un muro infranqueable contra el mal. Del mismo modo, la conexión con Dios se establece a través del obrar desinteresado en amor, que os proporciona directamente la fuerza de Dios y entonces ya no tenéis que temer al adversario. Y esta conexión con Dios a través de la oración y el obrar en amor nunca debe ser ignorada, incluso si el humano aparentemente no necesita ninguna fuerza. Porque el enemigo de las almas no abandona tan fácilmente sus vergonzosos planes, y lo que no puede lograr hoy, lo intenta lograr mañana, hasta que el hombre se debilita por las constantes tentaciones y se rinde casi sin resistencia si la fuerza de Dios no fluye hacia él.
Pero el ser humano siempre y constantemente puede elevar una oración sincera a Dios, y ésta nunca quedará sin ser escuchada, porque Dios no deja simplemente el alma de un humano a Su oponente, sino que Él también lucha por cada alma y trata de conquistarla para Sí Mismo. Por lo tanto, Él no permitirá que falte fuerza si sólo la voluntad humana la quiere recibir. Pero si la voluntad del humano para resistir es baja, entonces el oponente de Dios ha ganado el juego. Y el Señor os advierte al respecto, que le deis poder sobre vosotros, que os pongáis en su poder a través de actividades sin amor y que no consigáis poneros en contacto con Dios a través de la oración, porque entonces os hacéis la vida en la Tierra más difícil, porque entonces tenéis que defenderos constantemente y os faltan las fuerzas para hacerlo....
La vida es una lucha eterna, porque la luz lucha constantemente contra las tinieblas, y para vencer las tinieblas, el humano necesita la ayuda divina, fuerza divina, que le llegará en abundancia a través de la oración y la obra del amor. Y es por eso que siempre debéis en guardia, porque las intrigas de Satanás son peligrosas y él vencerá si el humano afloja en su lucha por alcanzar las alturas. Por tanto, estad vigilantes y permanecéis en oración, y el adversario de Dios siempre encontrará resistencia, porque entonces tendréis como fiel amparo a Dios Mismo, Que jamás os entregará al enemigo de vuestras almas....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise