Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3268

3268 Tarea del conocedor.... Trabajar por el reino de Dios....

25 de septiembre de 1944: Libro 42

Quienquiera que esté en la cognición comprensiblemente tiene mayores tareas que cumplir en la Tierra, porque está en la gracia, es decir, todo ser humano está llamado de estar en la gracia, pero el que no permite que esto sea eficaz en sí mismo, también se encuentra en un grado de madurez del alma inferior y, por lo tanto, no puede dar, no puede estar activo y, por lo tanto, no puede trabajar por el reino espiritual. Pero esta tarea es responsabilidad del humano que, por su voluntad, ha dejado obrar en él la gracia de Dios y ha llegado a conocerla.... Ahora puede actuar según la voluntad de Dios porque la conoce.... Y por tanto puede trabajar por el reino de Dios.

Esta es la tarea más hermosa que se le puede encomendar a un ser humano, porque es la única que trae el éxito que tiene valor eterno. Es una actividad que no termina con la muerte del cuerpo, sino que continúa en la otra vida, y es extremadamente importante para las almas aún ignorantes. Por lo tanto, el ser humano ha recibido un don de gracia que le permite trabajar con ello, y una vez que posee esta capacidad, también debe utilizarla, de lo contrario el don de Dios quedará sin uso y esto sería un desprecio por aquellos para quienes el humano tiene que responsabilizarse. Pero el humano que se encuentra en la cognición también llevará a cabo su tarea con gusto y alegría, porque se le insta a hacerlo desde dentro.... él mismo está feliz por ello, y su felicidad lo hace comunicativo.... está alegre de dar y por lo tanto dispuesto a dar.

Un humano que sólo utiliza para sí mismo los bienes espirituales adquiridos, el señal visible de la gracia de Dios que se ha hecho efectivo, y que no tiene necesidad de dárselos a sus semejantes y por tanto de difundirlos, aún no está penetrado por ello él mismo, es decir, todavía no posee los bienes espirituales como propiedad intelectual, sino que sólo es oyente de ellos y, por lo tanto, todavía no está en la cognición correcta.... sólo lo ha aceptado de la mano de un semejante, como un oyente, por así decirlo, pero sin la voluntad realmente profunda de extraer incluso la sabiduría más profunda de ellos, por lo que no lo hace feliz en la medida en que se vea impulsado interiormente a transmitirlos.

Entonces su grado de madurez aún no es tan alto como para poder absorber la sabiduría divina por sí mismo y, por lo tanto, aún no puede trabajar por el reino de Dios hasta que él mismo haya madurado hasta el punto en que reconozca la necesidad de trabajar por Dios y por Su reino. Entonces comienza a volverse claro y luminoso también en él, y ahora disfruta de su actividad, que está dirigida al alma de su semejante. Y entonces tiene que estar incansablemente activo, debe dedicar cada día al trabajo espiritual, debe tomar su tarea en serio, porque también es importante llevar a sus semejantes al conocimiento, y esto requiere una actividad inquieta, paciencia y perseverancia.

Su obra vuelve a difundirse ampliamente, no descansa, porque quien ha reconocido el sentido y el propósito de la vida, el amor, la sabiduría y la omnipotencia del Creador, quien conoce el significado de la obra de Redención, y el plan eterno de Salvación del divino Creador y Padre desde la eternidad, quien ha vuelto a ser conocedor tampoco retiene su conocimiento, sino que lo irradia nuevamente, quiere dar, porque difundir la verdad lo hace feliz; Y esa es su tarea, que debe tomar en serio y tomará en serio, una vez que ha sido captado por la gracia de Dios, una vez que haya tomado conciencia por la gracia divina y sepa de la gran necesidad de aquellos que aún se encuentran en completa oscuridad espiritual y no pueden salvarse de ella por sí solos.

Entonces se manifiesta la disposición de ayudar del ser humano que sabe, está aclarando activamente y promoviendo el reino de Dios, conduce hacia Él las almas que dejan que la gracia de Dios fluya a través de ellas y que están dispuestas y que ésta también sea eficaz en ellas. Y es por eso que quien permanece en el conocimiento trabajará incansablemente en la viña del Señor, anunciará y trabajará sin cesar, enseñará y predicará el amor para llevar a los humanos por el camino correcto, por el camino hacia la cognición a través de la gracia de Dios....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise