Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3237

3237 Revelaciones divinas.... Las herejías son un obstáculo....

29 de agosto de 1944: Libro 42

Una revelación directa de Dios se caracteriza por la Palabra directa del Padre a su hijo, y esta palabra debe creerse, siempre y cuando el destinario de la Palabra sea un humano que se mantiene firme en la fe y en el amor y que, por lo tanto, se esfuerza hacia Dios. Sin embargo, no siempre se da el prerrequisito que se puede ofrecer sabiduría a un humano, ya sea que no escuche lo suficientemente hacia su interior o esté atrapado en enseñanzas que no corresponden del todo a la verdad, de modo que vería cualquier enseñanza correctiva como obra del oponente de Dios. Y es por eso que las revelaciones divinas sólo se extienden a amonestaciones y advertencias personales, pero aun así deben ser reconocidas como tales.

El deseo de un ser humano de estar en contacto personal con Dios y la creencia que esto es posible son los primeros requisitos para que Dios Se revele de manera paternal. De qué manera depende de la capacidad de comprensión y receptividad del ser humano y también de la tarea que le sea encomendada para su vida en la Tierra. Si vuelve a ser activo como maestro y se pone a disposición a Dios para este oficio, así las revelaciones tendrán lugar como una lección y, por lo tanto, también contendrán las sabidurías más profundas, porque el humano mismo primero tiene que disponer de un conocimiento antes de poder difundirlo. Sin embargo, esto requiere un total no resistencia, es decir, el Espíritu de Dios, el Dador de la verdad, nunca debe encontrar resistencia cuando transmite la verdad al ser humano. Pero la resistencia es toda herejía si no se abandona incondicionalmente y deja espacio a la verdad....

Pero un ser humano puede tener una fe profunda y estar plenamente convencido de que se mueve en la verdad y su estilo de vida también corresponde a la voluntad de Dios.... pero no es capaz de difundir la verdad como siervo de Dios, porque el mismo no la tiene.... porque no pregunta ni desea respuestas ni las espera, sino que se cree portador de la verdad, y el pensamiento erróneo, por tanto, no puede corregirse.

Éste probablemente ahora puede escuchar la voz de Dios porque Lo ama y un corazón amoroso es capaz de recibir el Espíritu divino, pero el espíritu de Dios le da al humano según su deseo.... Palabras del Padre consoladoras, amonestadoras, de advertencia o educativas que expresan Su amor al niño terrenal, o dar instrucciones llenas de sabiduría y el conocimiento más profundo al ser humano que está abierto a ello y se hace digno de ello. El deseo del humano decide, y por eso a cada uno se le da la consideración que desea.... A uno le basta el estímulo del Padre, y termina su escucha interiormente, mientras el otro, en su sed de conocimiento, escucha cada Palabra que el amor divino le dona....

Dios no limita Sus dones, Él da mientras se desee; Pero los límites los pone el propio humano, porque tan pronto como su deseo disminuye, tan pronto como su voluntad ya no está activa, es decir, deja de escuchar conscientemente hacia su interior, la voz interior ya no suena, la transmisión se interrumpe y sólo puede comenzar nuevamente, cuando el ser humano, escuchando en su interior, se declara dispuesto a recibir el don divino. Y es por eso que el propio ser humano determina la medida de conocimiento y también la forma en que se ofrece.

Un ser humano penetrado por el conocimiento espiritual madurará extremadamente rápido, y por eso es decididamente más ventajoso dejarse ofrecer este conocimiento por Dios Mismo que adquirírselo a través del estudio, porque este último no necesariamente tiene que corresponder a la verdad, ya que los transmisores son humanos y éstos nunca están libres de errores.... Pero quien se aferra a este conocimiento espiritual transmitido por seres humanos y ni siquiera considera la idea de que a él también se le puede haber transmitido error, no se le debe dar el conocimiento profundo, porque no lo aceptaría como verdad, sino que sacaría conclusiones sobre donantes erróneos si no concuerda con su antiguo conocimiento....

Y por lo tanto, sólo aquellos humanos que están completamente libres de bienes espirituales erróneos y que, por lo tanto, desean constantemente ser enseñados por Dios Mismo, deben ser entrenados como portadores de la verdad pura para recibir la verdad pura garantizada, porque Dios ahora puede considerar éstos en toda su plenitud y convertirlos en Sus representantes en la Tierra, y son éstos quienes ahora se supone que deben enseñar y transmitir el conocimiento profundo a sus semejantes, porque son capaces de hacerlo y tienen la firme voluntad de ayudar a sus semejantes.... Éstos estarán abundantemente dotados de conocimiento, el Mismo Maestro divino los instruye y los entrena para que ahora puedan enseñar en Su nombre, siempre y en todo lugar donde los humanos estén abiertos a la verdad pura....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise