Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3235

3235 Unificación del alma con el espíritu....

27 de agosto de 1944: Libro 42

Es un proceso extremadamente significativo cuando el alma humana se unifique con el espíritu dentro de ella, porque entonces, por así decirlo, se ha producido el cambio; la existencia material ha sido superada, aunque el ser humano todavía vive en la Tierra y el mundo espiritual domina durante la última parte de su vida terrenal. El alma ahora puede aceptar cada expresión del espíritu, es capaz de comprenderla y utiliza sus capacidades del modo más amplio.... Se deja enseñar y entra así en el estado de conocimiento. El espíritu en el humano se preocupa constantemente por transmitir al alma el conocimiento más rico en áreas que normalmente están cerradas al alma y a las que sólo puede acceder con la ayuda del espíritu.

Pero cada grillete material es un obstáculo para llegar a este conocimiento. En consecuencia, el alma debe haber superado primero la materia, porque la unificación del alma con el espíritu es un proceso puramente espiritual que no puede tolerar ningún vínculo terrenal. La materia ejerce tal efecto sobre el alma que ésta es incapaz de oír la voz del espíritu dentro de sí misma. El alma debe estar completamente separada de la materia y entregarse enteramente al espíritu dentro de sí misma; debe entregarse completamente sin resistencia a su poder, que ahora como fuerza de Dios se hace eficaz en ella. Y entones el alma será guiada al conocimiento, se le impartirá la sabiduría divina, porque la chispa espiritual que hay en ella es parte del Espíritu divino, cuyos dones son del más alto valor y que, por tanto, deben ayudar al alma a lograr la perfección.

El alma ahora es instruida según el plan divino, se le introduce en un conocimiento que significa para ella progreso espiritual.... Porque cuanto más se encuentra el alma en la cognición, más libre se vuelve y más capaz es de utilizar este conocimiento. Y por eso ahora actúa en amor transmitiendo este conocimiento a sus semejantes. El conocimiento que un ser humano recibe de sus semejantes primero debe ser examinado para determinar su veracidad, mientras que el conocimiento que un ser humano obtiene de sí mismo, que el espíritu dentro de él ha impartido a su alma, lleva dentro de sí la verdad incondicional y la siente el alma y, por lo tanto, representa tal conocimiento con plena convicción. Y este conocimiento no dejará de impresionar a los demás, porque se presenta con plena convicción y es perfectamente comprensible para todos, porque lleva la verdad en sí mismo y ésta también impresiona al semejante, si realmente desea la verdad.

Y por eso la unificación del alma con el espíritu es tan significante, porque no sólo ayuda a un ser humano a alcanzar la verdad, es decir, a la madurez, sino que también tiene un efecto beneficioso en círculos amplios, porque la verdad se abre paso y también es reconocida como tal por humanos que se esfuerzan nuevamente por ella. Pero quienes aún no han establecido la unificación de su alma con el espíritu. Pero esta unificación no les resulta difícil siempre que tengan la voluntad seria al respecto, y esta voluntad nuevamente es estimulada por instrucciones veraces de un humano cuyo espíritu ya haya sido despertado....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise