Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3225

3225 Fe indudable en la Palabra....

18 de agosto de 1944: Libro 42

Vuestra fe debe ser tan firme que ya no tengáis la menor duda sobre Mi palabra. Como aún no podáis creer incondicionalmente lo que os anuncio a través de Mi Palabra, tampoco estaréis tan avanzados en el conocimiento como para comprenderlo todo. Solo cuando el contexto sea claro para vosotros, aceptarais cada palabra sin duda y la presentarais como pura verdad frente a vuestros semejantes. Entonces hasta cierto punto, solo estáis sabiendo, cuando tenéis plena fe, porque el conocimiento requiere una fe profunda. Bien podéis escuchar Mi Palabra, puede pareceros intelectualmente clara y comprensible, pero solo entonces significará un conocimiento profundo para vosotros si os mantenéis firme en la fe, porque esta es Mi voluntad, que primero profundicéis la fe en vosotros antes de llegar a saber.

El conocimiento terrenal requiere evidencias para poder ser tratado como conocimiento. Pero como el conocimiento espiritual no se puede probar, requiere la fe. A través de la fe, el hombre entonces alcanza el nivel de reconocimiento lo que le hace libre, porque poseer conocimiento espiritual es un nivel de libertad, un nivel de perfección. Allí, donde os falta la fe, siempre habrá una brecha en vuestro conocimiento, y entonces os faltará el contexto, sin la cual no se puede hablar de reconocimiento. Aceptáis Mi Palabra, y esta Mi Palabra debe convertiros en seres de luz, pero entonces también tengo que exigir fe indudable en ella, porque Mi luz solo puede brillar cuando os abrís del todo, pero la duda no es una abertura, sino una defensa contra Mi rayo de luz.

Mientras algo no os quede muy claro, ciertamente podéis ganar claridad a través de las dudas y la posterior reflexión, pero si os comunico algo de manera clara y comprensible y vosotros dudáis de esta medición, esto es un menosprecio de Mi Palabra, un no reconocimiento de ella o una duda sobre la veracidad del dador, y ambos son una injusticia para vosotros mismos porque de ese modo os robáis de la fuerza que solo puede tener efecto cuando creéis.

Pero si creéis que os estoy hablando, si creéis que sois capaces de escucharme, entonces no debéis dudar de nada delo que ahora estoy comunicando, porque ciertamente no os presentaré nada erróneo, pero como tampoco Me quedaré callado ante un niño terrenal creyente que desea escucharme.

Entonces, lo que un niño así oye es verdaderamente la verdad más pura, incluso si os parece difícil de aceptar. Y es por eso que podéis representar cada palabra con convicción, como la habéis recibido después de una oración íntima por la iluminación del espíritu. Entonces podéis jactaros de estar en el conocimiento, porque vosotros, como enseñados por Mí Mismo, habéis recibido el conocimiento correcto y, por lo tanto, estáis instruidos en la verdad y ahora tenéis un conocimiento espiritual que os permite reconocer completamente el contexto entre todas las creaciones, todas las criaturas y a Mí, al Creador de todo lo que es visible para vosotros....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise