Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3213b

3213b Auto superación.... Voluntad fortalecida.... Obra redentora de Cristo....

6 de agosto de 1944: Libro 42

Antes de la muerte de Jesús en la cruz, el oponente de Dios tenía un gran poder sobre la voluntad de los humanos, y este poder se manifestaba de tal manera que los humanos no eran capaces de vivir un estilo de vida en el amor a menos que estuvieran excepcionalmente conectados con Dios. Las tentaciones del mundo siempre fueron demasiado grandes y su voluntad demasiado débil para resistirlas. Esta es su arma incluso ahora, que el oponente de Dios intenta debilitar la voluntad de los humanos a través de los placeres del mundo, y tiene éxito total con aquellos que confían en sus propias fuerzas y creen que no necesitan la ayuda de lo alto, que no creen en Jesucristo y Su obra de Redención, y por tanto tampoco Le piden por Su gracia, su ayuda, que les trae una voluntad fortalecida.

Sin Jesucristo, los seres humanos todavía están completamente bajo el poder del oponente, del cual no pueden liberarse a menos que invoquen profundamente a Dios en busca de ayuda, pero entonces pronto también aprenderán el significado de la obra de Redención, y a Jesucristo Mismo como como Salvador de toda la humanidad, y entonces también se servirán conscientemente de las gracias de la obra de Redención. El camino hacia la altura les resultará fácil, porque donde está la voluntad, también está la fuerza para llevarla a cabo....

Pero la voluntad debilitada sólo tiene la fuerza de hacer cosas que conducen al abismo, y esta fuerza le llega desde abajo, es decir, utiliza la fuerza vital para hacer malas acciones, y este refuerzo de la fuerza vital le es suministro por el oponente de Dios. Así, el ser humano de voluntad débil no está en unión con Dios, sino con Su oponente, y no puede liberarse del hechizo de este último a menos que invoque la ayuda de Dios, que le es concedida como gracia redentora de Jesucristo. En consecuencia, el reconocimiento de la obra de Redención debe ser la primera condición, de lo contrario el ser humano no puede hacer uso de esta gracia.

Al creer en la obra de Redención, el ser humano puede lograr grandes cosas, porque su voluntad experimentará un fortalecimiento que le permitiera hacer cualquier cosa si cree profundamente, porque la fuerza de voluntad que Jesús poseía en exceso, se comunica a él y entonces puede liberarse del poder del oponente; puede esforzarse hacia Dios sin ser agarrado de vuelta por ese poder. Y logra su objetivo, aunque numerosas tentaciones dificultan su esfuerzo, pero las resiste porque su voluntad es fuerte y, en consecuencia, también la provisión de fuerza que Jesucristo adquirió con Su muerte en la cruz para los humanos que creen en Él, conscientemente hacen uso de las gracias de la obra de Redención....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise