Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3177
3177 Reconocer el don divino de la gracia....
2 de julio de 1944: Libro 41
La gracia más grande es la entrega de la Palabra de Dios de tal manera que pueda ser comunicada no sólo a una persona sino al público en general. Un proceso tan extraordinario debe ser reconocido como una gracia especial, como una obra del amor de Dios por la humanidad que se realiza para su salvación. Y quien piensa seriamente en esto debe sentirse profundamente tocado por el amor de Dios y lleno de gran gratitud, sabiendo que él también es tocado por este amor si aprovecha la oportunidad y deja que la Palabra de Dios penetre profundamente en su corazón.
Pero la mayoría de las veces no se reconoce este don de la gracia. No se presta atención al extraordinario proceso ni a la profunda sabiduría que contiene la Palabra transmitida. Porque la mente humana trata de explicar todo en términos terrenales y ve la causa de los resultados espirituales en la especial capacidad del receptor para escribir sus propias ideas, porque él mismo carece de fe en un Ser amoroso Que, en Su sabiduría y omnipotencia busca ayudar a la gente. Porque esta fe es absolutamente necesaria para reconocer el don divino de la gracia como tal.
Y es por eso que la Palabra de Dios no se puede difundir como una cosmovisión, porque no se plantean ni discuten cuestiones terrenales, pero no hay fe pata las instrucciones espirituales y por lo tanto la Palabra de Dios no es del mundo, sino de aquellos que están fuera de ello, es decir, que ya lo han superado hasta tal punto que sólo el mundo espiritual les parece deseable. Y es por eso que el don divino de la gracia recibe tan poca atención y reconocimiento, porque la humanidad ve y oye con los ojos y oídos del cuerpo, y estos todavía pertenecen al mundo, por eso sólo prestan atención a lo que es útil para su vida terrenal y lo que por tanto quieren representar y difundir.
Pero el pueblo creyente en Dios y buscando, reconocerá la Palabra de Dios. Sienten el cuidado divino y se saben guiados, por lo que también les resulta comprensible que un Creador no deja a Sus criaturas sin ayuda cuando la necesitan. T también reconocen que están en necesidad porque no existe un esfuerzo espiritual entre la humanidad y que esto sólo se puede lograr a través de la Palabra de Dios, si la gente está dispuesta. Porque la Palabra de Dios es el agente vinculante que puede devolver a las personas que están alejadas de Dios a la relación correcta con Dios. Es el camino que conduce del reino terrenal al reino espiritual; es la fuente de fuerza que permite a las personas vivir de acuerdo con la voluntad divina.
Y a una persona creyente no le parecerá imposible que Dios Se exprese de manera extraordinaria, porque reconoce también lo extraordinario de Su obra y se alegra por ella. Y ahora su fe y su amor por Dios se profundizan y se esfuerza cada vez más hacia Él. Entonces permite que la gracia que fluye hacia él a través de la Palabra de Dios obre en él y madura en su alma, crece en conocimiento y se forma en el amor....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise