Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3147

3147 Curso de desarrollo... Fase en la eternidad... Concepto de tiempo...

3 de junio de 1944: Libro 41

Ya habían pasado eternidades desde que el amor misericordioso de Dios se volvió hacia las criaturas de aquel que las engendró en una voluntad contraria a Dios. Estas criaturas habían surgido de la voluntad de Su oponente, pero aprovechando la fuerza de Dios y por eso eran en verdad obras del oponente, pero consistiendo por la fuerza del amor divino; por lo tanto, pertenecían a la fuerza primaria, que se había usado mal. Pero ahora una vez creadas, eran imperecederas, porque todo lo que tiene su origen en Dios no puede perecer en la eternidad. El amor compasivo de Dios se volvió hacia estas criaturas...

La voluntad del adversario permitió que surgirán criaturas que estaban muy alejadas (se alejaron) de Dios por su voluntad... Pero el amor divino no quiso dejar a estas criaturas tan lejos de Él y por eso Él Mismo se acercó para que ellas dirigiesen su voluntad hacia Él. Estos seres podían decidir libremente a quien querían pertenecer, pero la voluntad puesta el ellos quedaba con el productor, y por tanto la distancia de dios no se reducía, sino que aumentaba, porque ahora eran los mismos seres quienes provocaban esta distancia. Y, sin embargo, el amor misericordioso de Dios no los dejó caer, sino que creo formas y medios para ganarlos, aunque después de un tiempo infinitamente largo.

Ya han pasado eternidades, y aún pasarán muchas eternidades antes de que cada ser creado haya llegado de nuevo al centro de origen, donde una vez comenzó. El amor divino ha estado cortejando el amor de esos seres durante siglos, y la luz ha estado luchando con las tinieblas por eternidades... Pero el amor de Dios no ha disminuido todavía, está activo con fuerza no disminuida para lo espiritual caído y constantemente le da posibilidades de poder disminuir la distancia entre sí mismo y Dios.

Constantemente se están creando nuevas creaciones con el fin de devolver la fuerza a la fuerza primordial, que ciertamente se ha alejado del centro, pero que nunca podrá separarse de este. Y nuevamente estas eternidades son como momentos fugaces para un ser espiritual perfecto, y el ascenso interminablemente largo desde las profundidades hasta la cima se le parece como un momento, cuando se ha reunido completamente con Dios y puede obrar en toda abundancia de luz y fuerza según la voluntad divina... Porque la eternidad aún le espera, y el ser de luz con su espíritu abarca el pasado, el presente y el futuro... Conoce el curso de su desarrollo y, sin embargo, sólo tiene la conciencia de un momento, porque todo lo imperfecto se hunde completamente en el estado de felicidad que parte de la perfección.

Cuanto más imperfecto es el ser, tanto más atormentador es el sentido del tiempo para él. Y el espacio de tiempo en el cual se encuentra en el estado atado le parece una eternidad. Sin embargo, una vez que ha recuperado su libertad, el estado agónico del ser ya no existe, y el concepto de tiempo y espacio también desaparece. El ser bien sabe sobre el tiempo de desarrollo, pero aunque esto también requirió eternidades, le parece corto, porque en el estado de perfección ya no conoce limitaciones estrechas y por lo tanto también considera el estado no libre como una fase muy corta en la eternidad, que finalmente lo ha superado y que, por lo tanto, se extingue para el ser tan pronto como el reino de la luz lo ha aceptado..._>Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise