2919 El poder de la oración....
11 de octubre de 1943: Libro 37
Si queréis pasar la prueba de la vida en la Tierra, entonces participad en todas las necesidades y preocupaciones de vuestros semejantes y persistid en la oración.... es decir, pedid siempre y constantemente la fuerza de lo alto, sin la cual sois incapaces de realizar ni siquiera la cosa más pequeña para el placer de Dios.... porque sois criaturas débiles mientras os falte la madurez de vuestra alma, no tenéis fuerza propia, sino que tenéis que pedírsela a Dios, Quien inicialmente la quiso para vosotros, pero no os la impidió cuando os privasteis de este poder. Habéis rechazado un regalo que os hacia sumamente felices y ahora tenéis que luchar para volver a recibirlo. Y por eso debéis orar y practicar el amor, y ambas os dan fuerza, según el fervor de vuestra oración y la profundidad y altruismo de vuestro amor al prójimo.
Si ignoráis esto, vuestra lucha en la Tierra será indescriptiblemente difícil si os esforzáis hacia arriba, o el oponente de Dios os da fuerza, lo que os dará una vida más fácil en la Tierra, pero nunca os llevará a las alturas, sino inevitablemente al abismo. Utilizad el poder de la oración.... Manteneos conectados con Dios y abríos a la irradiación de Su fuerza. Esto es de tan grande importancia y, sin embargo, es tan poco reconocido y seguido por los humanos. Sólo debéis pedir bienes espirituales; Pero el poder de Dios es un bien espiritual, y por eso podéis pedirlo siempre y constantemente; y Dios no dejará que vuestra oración quede sin ser escuchada, porque Su preocupación es por vuestra perfección, para la cual necesitáis absolutamente la fuerza, porque sin ella sois criaturas débiles que no pueden ayudarse a sí mismas.
Y entonces también seréis capaces de realizar obras de caridad, estaréis impulsados desde dentro a hacer el bien constantemente, vuestro corazón participará en la suerte del prójimo, será suave y sensible a las necesidades de los demás y siempre estaréis dispuestos a ayudar y trataréis de aliviar la necesidad. Querréis llevarles ayuda espiritual y terrenal y podréis hacerlo si pedís a Dios la fuerza, la cual Él no os negará. Porque sólo a través de la obra del amor podéis madurar y cumplir vuestra tarea terrenal. Por eso no cesad en la oración, manteneos en contacto constante con Dios, orad por poder y fortaleza por vuestro estilo de vida terrenal y entregaos confiadamente al Padre que está en el cielo, Que conduce a Sus hijos a través del sufrimiento y las dificultades hacia la luz....
amén
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