2889 Exámenes serias con imparcialidad....

21 de septiembre de 1943: Libro 37

Las personas que se creen conocedoras son inenseñables, porque son inaccesibles a cualquier instrucción. No desean lo que creen que tienen y, por lo tanto, no se les puede dar sabiduría si les falta la voluntad y el deseo al respecto. Un examen estricto les haría sospechar, pero este examen debe realizarse de manera imparcial, la persona debe estar preparada para aceptar o rechazar según su leal saber y conciencia, pero nunca debe buscar sólo lo que puede rechazar.

Y debe ejercer las más estricta crítica en sí misma. Su voluntad debe ser la de servir a Dios queriendo servir a la verdad, rechazando el error y reconociendo la pura verdad para transmitir sólo la pura verdad. Y el conocimiento existente es un obstáculo para una prueba tan seria porque aprisiona demasiado al humano. No quiere renunciar a ello si contradice lo que se supone que debe examinar.

Y entonces sólo hay una manera de hacerle aceptar la pura verdad: que él mismo entre en duda a través de los acontecimientos, que su conocimiento anterior ya no le sirva de apoyo, que ya no sea capaz de conciliarlo con su pensamiento. Y, por tanto, son necesarias para esos humanos pruebas fuertes, pruebas que sacudan su fe y que les hagan dudar mientras les falte la verdad.... Porque las enseñanzas erróneas no podrán dar una explicación exhausta y, por tanto, tendrán que ser corregidas y sólo ahora el humano está dispuesto a reconocer lo que antes había rechazado y es capaz de un examen imparcial....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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