Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2886

2886 Enseñanza de amor de Cristo.... Representantes correctos.... Lucha de fe....

18 de septiembre de 1943: Libro 37

Las palabras de fe y de amor deben ser presentadas por aquellos que estén en la cognición ellos mismos, si deben tener un efecto en sus semejantes, de lo contrario no tendrían fuerza y se desvanecerían en sus oídos. Y por eso el Evangelio sólo puede ser presentado por ellos, porque sólo ellos son capaces de dar fuerza a las palabras, porque ellos mismos se han convertido en destinarios de la fuerza a través de la cognición que se les ha impartido. Y esa es la característica de un verdadero representante de Cristo en la Tierra: que puede explicar claramente todas las correlaciones cuando los humanos exigen explicaciones, que puede justificar todo y sus razones irradian sabiduría, mientras que los falsos representantes de Cristo, que ellos mismos no están en el conocimiento y sólo se apegan al conocimiento de los libros, que en la mayoría de los casos carece de correlaciones.

Sin embargo, tan pronto como ellos mismos estén penetrados por la verdad de lo que predican, las palabras de fe y de amor caerán también en terreno fértil, si el amor al prójimo determina a proclamar la enseñanza de amor de Cristo. No se trata tanto de las apariencias sino de educar al amor, porque sólo a través de la obra del amor se puede llegar a la fe, a la verdad y, por tanto, a la cognición, siempre que no se opone a este último aferrándose obstinadamente a una doctrina falsa a pesar de la presión interna de rechazarla. Se debe proclamar el Evangelio a los humanos, se debe acercar a ellos la Enseñanza pura del amor de Cristo.... pero lo que se les ofrece en este momento innegablemente ya no es la Enseñanza simple, clara y comprensible que el Mismo Jesucristo les dio a los humanos en la Tierra, sino que todo lleva el sello del pensamiento terrenal.

Lo Divino se ha entremezclado con elementos humanos, lo espiritual se ha vinculado con objetivos terrenales, y así se ha formado una iglesia que tiene poco derecho a ser fundada por Jesucristo. Y la lucha siempre será contra el trabajo humano adicional, mientras que la Enseñanza de Cristo sobre el amor de cada denominación es el legado de Cristo, que siempre y para siempre será reconocido y, por lo tanto, también promovido. Cualquiera que vea todavía una organización en la Iglesia de Cristo aún no tiene la cognición correcta, pero aún puede ser un verdadero representante de Su Enseñanza de amor y obrar para la bendición de la humanidad, sólo que él mismo no puede madurar en el conocimiento y por lo tanto tampoco puede transmitir el conocimiento correcto a los semejantes.

No puede responder a las muchas preguntas que se plantean los humanos que luchan seriamente por Dios y por la verdad, una vez que ha comenzado el difícil momento de la lucha de la fe, que exige del humano una actitud clara, que sólo puede ganar mediante un conocimiento que corresponda a la verdad. El humano conocedor que pueda proporcionar a sus semejantes informaciones veraces de una manera comprensible tendrá mucho más éxito y tendrá más probabilidades de encontrar fe, una fe que esté convencida y que sobreviva a la severa agitación de la lucha de la fe; Porque sólo una convicción firme da a la persona la fuerza para perseverar hasta el final. Y la convicción sólo puede alcanzarse a través de la verdad pura, pero nunca a través de enseñanzas plagadas de error, incluso si son presentadas por personas creyentes, es decir, por personas que tienden hacia Dios, es decir, que tienen una voluntad dirigida hacia Dios.

El error siempre tendrá un efecto destructivo, mientras que la verdad tiene un efecto unificador, complementario y así incrementará el conocimiento. Y el conocimiento creciente da al hombre libertad espiritual, le da fuerza frente al mundo, y le asegura su ascenso a las alturas, le asegura un estado de madurez que nunca podrá ser alcanzado por aquellos que no están en la verdad, es decir, en la cognición correcta, carecen de fuerza y su lucha es mucho más difícil si tienen que demostrar su valía y defender su fe ante el mundo....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise