Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2878

2878 El saber de la obra del Espíritu en el hombre.... Rara posibilidad de que Dios pueda revelarse....

11 de septiembre de 1943: Libro 37

Dios sólo puede revelarse en la Palabra a unos pocos humanos porque han perdido el conocimiento de la obra del Espíritu en el hombre y por lo tanto no hacen ningún intento de escuchar la Palabra divina dentro de ellos mismos. Este es un proceso que inicialmente requiere fe en la obra del Espíritu, pero los humanos carecen de esta fe, y para lograr el conocimiento al respecto sólo pueden llegar a través del amor. Porque de esta manera su pensamiento será guiado correctamente y se puede introduje al humano en el conocimiento a través por medios mentales. Pero él nunca reconocerá este conocimiento como una actividad espiritual y él mismo no estará plenamente convencido de ello.

Pero el Espíritu quiere expresarse clara y distintamente.... Dios Mismo quiere revelarse a los hombres, y por eso les habla.... Les transmite Su Palabra.... tan pronto como creen en Él, en Su amor, Su sabiduría y Su omnipotencia. Porque entonces también surgirá en ellos el deseo de entrar en contacto con Dios; se comunican con Él y escuchan Su voz dentro de sí como respuesta. La fuerza del Espíritu se les comunica y el resultado es un conocimiento claro en una variedad de áreas. Se les tiene que transmitir el conocimiento de la obra del Espíritu en los humanos, pero rara vez encontrará fe y no puede ser probado sin fe. Sólo el amor profundo del humano le lleva a creer en ello, porque entonces el Espíritu de Dios obra en él y le da la idea de escuchar en su interior. Ahora comienza una verdadera enseñanza y con ella una introducción al conocimiento más profundo. Dios sólo puede expresarse cuando un corazón se dirige hacia Él con fe profunda, pero entonces comparte Su sabiduría indefinidamente....

Por eso la obra del Espíritu es de suma importancia, porque es la única manera de alcanzar la verdad y penetrar en lo más profundo de la sabiduría divina, es decir, de recibir conocimientos que nunca se pueden adquirir intelectualmente, lo que da a los humanos una experiencia inusual, proporcionar información sobre Dios y el hombre, sobre la creación y el reino espiritual.... Sólo donde el Espíritu de Dios puede actuar es posible esta profunda cognición y, sin embargo, la obra del Espíritu depende únicamente de la voluntad del hombre, porque esta previamente tiene que volverse activa; tiene que lograr la transformación en el hombre, que es el prerrequisito para la obra del Espíritu en el hombre.

La voluntad humana tiene que decidirse para el trabajo del alma, tiene que impulsar para la actividad amorosa, tiene que establecer una conexión íntima con Dios y tiene que escuchar atentamente en su interior para poder escuchar Su Palabra, que ahora le es transmitida a través de la voz del Espíritu. Pero los humanos no escuchan en su interior, incluso si cumplen todas las demás condiciones, porque carecen del conocimiento de que Dios Mismo obra en los humanos creyentes.

Este conocimiento se les ha perdido y es difícil persuadirlos para que lo pongan a prueba.... para cumplir todas las condiciones y luego escuchar atentamente.... Y es por eso que la Palabra divina rara vez puede ser transmitida a la Tierra de la forma más natural en que Dios habla a los humanos, que Él Mismo les presenta todas las sabidurías y les instruye como un maestro instruye a sus alumnos. Pero tan pronto como un humano hace todo lo posible para experimentar la obra del Espíritu en sí mismo, tan pronto como se prepara para recibir escuchando conscientemente en su interior, se le abre un conocimiento profundo.

Porque ahora debe obrar a través de este conocimiento para la bendición de sus semejantes, debe transmitirlo, debe defenderlo, debe ser el mediador entre Dios y los humanos a los que Él no puede hablar directamente porque son incapaces de escucharlo.... Debe convertirse en divulgador de la verdad en la Tierra, debe hacer brillar su luz por todas partes y proclamar a los humanos el amor de Dios, que ello mismo desciende en la Palabra y presenta la verdad, porque debe reprimirse el error que pone en peligro a las almas. Debería dar testimonio de Su sabiduría, aclarando a los humanos el gobierno y la obrad de Dios en la creación y en el reino espiritual y debería proclamar Su omnipotencia, que cumple todo lo que la voluntad de Dios determina.... debe presentar a Dios como el Ser más elevado y perfecto a los humanos para encender en ellos el amor por Él y estimular su voluntad para subordinarse a este Ser, de amarlo y servirlo hasta toda la eternidad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise