2875 La reencarnación de seres luminosos.... La misión - la filiación divina....
9 de septiembre de 1943: Libro 37
Cada fase en el desarrollo del espíritu es única en el lapso del periodo de la redención, aunque no se aprovecha el estado de la voluntad libre. Entonces se pasa esa fase del desarrollo sin éxito en lo espiritual y con las consecuencias tiene que cargar en el reino espiritual. Pero al espíritu resistente a Dios que el camino larguísimo en la tierra no ha podido quebrar la resistencia, tendrá de nuevo la posibilidad durante una nueva etapa de creación, un período terrestre que comienza de nuevo, encarnado en una forma dura, donde puede pasar una nueva fase de desarrollo. Y se permite al espíritu de llegar otra vez a la encarnación como humano después del ascenso hacia arriba y de haber pasado los estados de forzamiento, se le permite la última prueba de su voluntad en la estancia del cuerpo humano. Esta reencarnación sí que puede tener lugar, pero es un acontecimiento de una gravedad exorbitante, que se debería imaginarse como lo más terrible para el hombre, aunque es un acto de gracia divina a que el ser espiritual esté liberado después de un tiempo interminable de estar preso. Pero la idea que el alma quiera volver otra vez a la tierra después de haber ya pasado una vez por la tierra con el reto del desarrollo, está equivocada.... Si Dios traspasa un ser luminoso ya apto para el reino de las almas a la tierra, es solo para un acto de ayuda, porque aquel alma tiene una tarea de apoyo en el proceso de redención de un espíritu inmadura en la tierra.... Se encarna entonces un ser luminoso en la tierra, que ya ha conseguido la madurez mental para poder trabajar con bendición en la tierra, aunque aparentemente tiene que pasar el camino como cada otro hombre. Una vuelta con el fin de desarrollarse para volver a aprovechar lo no aprovechado en otra vida, no sería conforme con la sabiduría de Dios, porque el proceso de ascenso estaría interrumpido; la vuelta de un estado espiritual al estado de materia sería un retrocedimiento y una señal de quererse separar de Dios y ninguna señal de moverse espiritualmente hacia delante. Para lo que quiere llegar hacia Dios existen verdaderamente suficientes posibilidades en el reino espiritual, donde el espíritu se puede aprobar y desarrollar hacia arriba. A pesar, seres espiritualmente ya elevados, pero que todavía no han llegado a la filiación divina, pueden llegar a la filiación por la reencarnación en la tierra con la misión de ayuda, pero que está enlazado con circunstancias indecibles difíciles en la vida, pero eso siempre tiene como requisito un estado de madurez determinado en el reino del más allá. Es la doctrina de reencarnación hecha por los deseos del hombre y que se defiende una y otra vez, porque la verdad que se traspasa a la tierra, no se entiende por mucha gente y se cambia como les parezca deseable. Porque el anhelo por este mundo terrenal es todavía demasiado grande, y por esto el pensamiento les consuela y tranquiliza poder volver una vez más a la tierra. Pero para el desarrollo espiritual del hombre esa doctrina es un atascamiento, y por esto se lucha una y otra vez contra esto por aquellos que deben repartir la verdad pura....
Amén
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