Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2864

2864 Propósito de las comunicaciones y valoración....

29 de agosto de 1943: Libro 37

Las inspiraciones divinas mayoritariamente no suelen ser valorados según su origen, sino vistas como producto de la consideración humana. No se le puede presentar al hombre una prueba obvia y convincente del origen divino, por lo que la voluntad del hombre mismo determina su valor. Los pensamientos dudosos disminuyen en valor y sólo la fe indudable trae al humano un éxito espiritual. Pero no se le puede obligar a creer.... Por lo tanto, no es tarea fácil informar a los seres humanos acerca de conocimientos que sólo la fe acepta sin contradicción. Sin embargo, ningún otro conocimiento que sea más creíble puede oponerse a este conocimiento y, por lo tanto, se debe aprovechar cada oportunidad para refutar este último; sólo así el humano sería más receptivo a la verdad espiritual y adoptaría una posición pensativa sobre ella; El continuo estad de sufrimiento en la Tierra priva a mucha gente de su fe débil, precisamente porque es débil. No quieren reconocer a Dios porque Él mismo los ha vencido, y es, por así decirlo, un último suspiro en el sentimiento de impotencia ante un Poder superior.

Creen que pueden romper con éste si no lo reconocen, pero no tienen ninguna razón válida para negar una Deidad todopoderosa, incluso si esta Deidad no interviene en los planes de la voluntad humana. Mientras reconozcan el libre albedrío de los humanos, también deben ver a los humanos mismos como autores del inmenso sufrimiento. En la creencia en la vida continua del alma encuentran la explicación; de lo contrario, todo lo que sucede en el mundo les resulta incomprensible: Y es por eso que Dios trata de informar a los humanos de que la vida en la Tierra sólo es un medio para un fin y no un fin en sí mismo, que es un tiempo de preparación para la vida real. Y Él no puede permitir que esta aclaración llegue a los humanos de otra manera que no sea a través de la iluminación interior;

Pero nunca puede obligar a los humanos a creer en ello sino que el ser humano dispuesto debe trabajar en sí mismo para poder comprender estas comunicaciones tal como son.... como transmisiones del reino espiritual, donde los seres perfectos se encuentran en la luz y en la verdad y también distribuyen tales comunicaciones a los humanos que desean la luz y la verdad. Si un ser humano exige saber la verdad, entonces ya es receptivo a ella, porque entonces el conocimiento humano ya no le resulta lo suficientemente seguro y se aferra a lo que le es dado a conocer por boca de quienes la han recibida de una manera extraordinaria....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise