Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2834
2834 El lenguaje de la naturaleza - Creación y Creador
1 de agosto de 1943: Libro 37
Dejad que la natualeza os hable, cuales son las obras maravillosas que ella indescriptiblemente os ilustra y os manifiesta incesantemente Mi Amor y Omnipotencia. ¡Escuchad y mirad! Fijad vuestra mirada en cada criatura, y reconoced en ella Mi Voluntad creadora y Mi Fuerza. Y reconocedme a Mí Mismo en todas las obras de la Creación. Ved, qué encanto inigualable y que variados son todos en las Creaciones y cómo cumple cada una de ellas su destino lleno de sentido y significado profundo y cómo es la finalidad de cada obra de la Creación la conservación de la Creación total.
Dejadme a Mí Mismo que os hable a través de la naturaleza, y oíd a Mi Voz, reconoceréis entonces Mi Omnipotencia, Amor y Sabiduría y os doblegaréis ante Mí, entonces sabréis que vosotros sois la obra más maravillosa de la Creación en la tierra que de Mi Mano ha nacido, y reconoceréis cuánto me importa, porque es inmensamente grande, el hecho de que permanezcáis en Mí. Pues cada una de las obras de la Creación ha sido originada sólo por vosotros, ella es sólo un primer grado en el que habéis evolucionado para ser lo que ahora sois, creaciones libres, indipendientes que pueden llegar a ser inmensamente mucho más que ahora ellas son.
Contemplad la naturaleza y ved su devenir, su crecimiento el que deja reconocer en todas las obras de la Creación. El más diminuto ser es Mi Obra, el tallo más diminuto de hierba es Mi Pensamiento hecho forma. Y cada criatura obedece a Mi Voluntad, ella cumple, lo que le he puesto Yo por tarea, sirve de nuevo al hombre asegurándoles su existencia. Nada es sin objeto y sentido, nada sucede sin Mi Voluntad, todo tiene por motivación Mi Sabiduría, porque no sabéis sobre la coherencia que tienen todas Mis Creaciones unas con otras, pues reconoced Mi Amor, el cual viene a expresarse cada vez en las maravillas de la naturaleza. Ved como todo reverdece y florece en derredor, como madura y porta frutos, ved, como cada vez de nuevo se efectúa el mismo proceso (para vosotros) para asegurar la vida a vosotros hombres, y mantener a todo lo que vive en la tierra.
Incontables creaciones dejé Yo que se oríginasen en las más diferentes escalas, en las más diferentes formas, destinos y clasificaciones, y si tenéis ojos y oídos abiertos, nada se os escapa y tiene que manifestaros Mi desmesurado Amor y Sabiduría. Pues Yo doy, para que vosotros podáis recibir, Yo creo, para que vosotros saquéis provecho de ello, Yo mantengo y cuido la Creación, para que vuestro corazón se regocije de ellas y me reconozcáis a Mí, a quien soy Yo desde la eternidad y Cuyo Ser vosotros dudáis. Cuya Voluntad y Cuyo Ser queréis vosotros eliminar y Cuyas Obras las véis como originadas por sí mismas.
Vosotros pasáis ciegos de largo por todas las maravillas de la Creación y no comprendéis el lenguaje de la naturaleza, vosotros véis la Creación pero no al Creador en ella, es cierto que véis el efecto, pero no la Causa, a la Voluntad que sirve de base a toda Creación. Os creéis estar llenos de sabiduría y poder averiguar el origen de todas las cosas, pero vuestro saber es imperfecto mientras no me reconozcáis a Mí y me aceptéis como la base fundamental y causa original de la Creación. En cada creación de la naturaleza me acerco Yo a vosotros, ella es el efluvio de Mí Mismo, es un pensamiento que según Mi Voluntad se hizo forma; cada Creación es una prueba de que Yo soy, porque sin Mí nada sería, no existiría nada, porque únicamente Mi Voluntad llamó eso a la vida lo que véis y os rodea. Y nada puede ser o llegar a ser sin Mi Voluntad, nada puede existir, si Mi Voluntad y Mi Sabiduría no da su consentimiento. Mi Voluntad, Mi Amor, Mi Sabiduría y Mi Fuerza tienen que enseñaros a creer también en un Ser, tienen que dejaros reconocer que ellos pertenecen a un Ser, el que por eso quiere hablaros a vosotros también a través de los milagros de la naturaleza, el Ser que quisiera estar íntimamente unido con vosotros, los que sois también como la obra de Su Creación, el motivo del origen de la Creación entera. Yo quiero que estéis íniciados, pero entonces tenéis que estar a la escucha en el lenguaje de la Creación, a la voz que en la naturaleza se os manifiesta, tenéis que mantener diálogos Conmigo, como el Creador esencial de todas las cosas, y Yo daré contestación a todas vuestas preguntas, Yo os tendré en cuenta conforme a vuestra voluntad hacia la Verdad, así como me reconzcáis a Mí como el Dador de la Verdad. Yo os estoy cerca a cualquier hora, así como anheléis oírme, así como enviéis a Mí en lo Alto, tan sólo un pensamiento.
Y por eso me encontraréis, igual donde estéis, lo más pronto si me buscáis en la soledad, donde todo a vuestro alrededor os recuerda al Creador que por Su Voluntad dejó que se originara el Cielo y la tierra, porque Su Amor Lo determinó una vez a dar la posibilidad a los espíritus esenciales, que se separaron de Él de que se volvieran a acercar a Él. Y el saber acerca de ello os es dirigído, debéis desear estar en ese conocimiento, y por eso debéis escuchar el lenguaje de la Creación, pues por él os hablo Yo a los que queréis oírme.
Amén
Traducido por Pilar Coors