Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2833

2833 Las exigencias de Dios al ser humano....

1 de agosto de 1943: Libro 37

Las exigencias que Dios impone a los humanos durante su vida en la Tierra pueden satisfacerse muy fácilmente, y ninguna de ellas está más allá de las fuerzas del ser humano. Dios no le pide nada imposible o difícil de lograr. Sólo le parece incumplible cuando ya no reconoce a Dios o se aleja de Él por su estilo de vida. Porque entonces este estilo de vida es exactamente lo contrario de las exigencias divinas. Por eso sólo es necesario establecer la recta relación con Dios para estar en posesión de la fuerza que le permita realizar la tarea de su vida.... para cumplir las exigencias divinas, los mandamientos del amor a Él y al prójimo.

Todo lo que el hombre realiza es una expresión de fuerza divina, que siempre fluirá hacia él en cuanto lo necesite y, al reconocer a Dios, se abre a esta corriente de fuerza. Si ahora realiza obras de amor, Dios Mismo está, por así decirlo, presente en él, es decir, Su Espíritu lo impulsa a realizar cada actividad, y el humano nunca será impotente si cede a este impulso interior. El impulso interior de un humano que se esfuerza por cumplir la voluntad de Dios es una tal expresión del espíritu y, por lo tanto, siempre se debe cumplir con este impulso interior.... Entonces siempre cumplirá los requisitos de Dios, porque lo que el espíritu en él quiere, es la voluntad de Dios, es por lo tanto, Su lenguaje.

Cuanto más dispuesto está el humano, más probabilidades tendrá de cumplir con este requisito y nunca lo percibirá como demasiado alto o irrealizable. Porque tan pronto como realiza una obra de amor, ya le llega la fuerza para seguir obrando, él actuará como algo natural, no se sentirá obligado a hacerlo ni percibirá la práctica como una carga opresiva, y su estilo de vida corresponderá completamente a la voluntad de Dios y, por lo tanto, su vida también le traerá el éxito que es el propósito y objetivo de su encarnación en la Tierra.

Dios sabe de todas Sus criaturas y también sabe de su debilidad de voluntad, de su falta de fuerza y de su débil resistencia.... por eso Él fija Sus exigencias de acuerdo a todas estas deficiencias, y está siempre listo con Su fuerza para dejarla desbordar, tan pronto como el humano tuene la voluntad de aceptarla. Toda Su exigencia consiste en que el humano cambie su voluntad, que Le dé su libre albedrió a Él.... entonces todos los medios y fuerzas están a su disposición, entonces siempre podrá realizar lo que Dios le exige.

La debilidad ya no existe desde el momento en que el humano busca la ayuda de Dios; El humano es fuerte, en cuanto se vuelve a Dios en su debilidad, aunque muchas veces todavía se sienta débil, esto es sólo un medio que Dios utiliza para que pida con más fervor y entusiasmo, porque la fuerza de Dios sólo puede ser eficaz cuando se la desea desde el fondo del corazón. El humano no debe volverse indiferente, debe permanecer consciente de su tarea en la Tierra y confiarse constantemente a Dios, para poder cumplir siempre las exigencias de Dios, que sólo siempre consisten en demostrar su amor a Dios mediante el amor activo al prójimo....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise