Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2825

2825 Éxito o fracaso de los docentes....

25 de julio de 1943: Libro 37

El estado de completa ignorancia es mucho más beneficioso para los humanos que cuando se encuentran en un conocimiento que no corresponde a la verdad y no quieren desviarse de su conocimiento. Las enseñanzas que contradicen sus conocimientos les son inaceptables hasta que las hayan puesto a prueba. Pero el humano cree que puede eliminar esto porque cree que está firme en la verdad. Así su voluntad se niega a pensar y sopesar ambos conocimientos entre sí; Se aferra a sus conocimientos, no quiere renunciar nada y, por lo tanto, no se le puede transmitir la verdad. Si el ser humano es completamente ignorante, es decir, no tiene propio punto de vista y no ha adoptado ningún conocimiento de otros seres humanos, es mucho más fácil estimularle a pensar con sólo unas pocas instrucciones y podrá ser conducido a la verdad mucho más fácilmente, porque su resistencia no es tan grande....

Por lo tanto, el Evangelio se difundirá más fácilmente donde no han precedido enseñanzas que no han brotado del manantial de la sabiduría divina. Las enseñanzas erróneas generalmente se aceptan sin pensar y sin resistencia, mientras que la verdad es rechazada y abiertamente resistida. Y, sin embargo, es culpa del hombre si camina en el error, porque se le ofrecen ambas cosas y su voluntad debe decidir por sí misma lo que decide hacer. Constantemente se le da la oportunidad de sopesar diferentes puntos de vista entre sí y comprobar su veracidad, y es capaz de realizar tal prueba siempre que se tome en serio la aceptación de lo que se reconoce como correcto y rechace el error.

Pero donde no está presente esta voluntad seria, no presta atención a la verdad, es decir, no considera necesario examinarla, sino que inmediatamente actúa rechazando. Por eso el maestro siempre tiene dificultades cuando el humano ha absorbido demasiado conocimiento terrenal, porque éste intenta investigar terrenalmente todo lo divino y cree que puede explicarlo y justificarlo todo intelectualmente. Cuanto más se separa de Dios, más maduro y conocedor se siente y menos atención presta al conocimiento correcto, lo que le devuelve al reino de lo sobrenatural, que le exige fe e iluminación del espíritu. Y por eso su estado mental permanece oscuro y sin luz, a pesar de todos los intentos de los portadores de la verdad de romper esta oscuridad y guiar a sus semejantes hacia el conocimiento correcto.

Por lo tanto, el error no es reconocido como error y, en consecuencia, no es rechazado y la verdad tampoco no se reconoce como verdad. Sin embargo, se tiene que intentar una y otra vez estimular a los humanos a pensar, porque entonces los portadores de la luz, los seres conocedores del más allá, tendrán más probabilidades de encontrar acceso a ellos y podrán continuar el trabajo de aclaración que el humano no percibe como un conocimiento forzado, sino más bien en la creencia de haber llegado a una conclusión diferente. Sólo entonces el maestro en la Tierra tendrá éxito, porque ahora cuenta con el apoyo de los seres de luz que han influido en los pensamientos del ser humano de tal manera que ya no son inaccesibles a la verdad que ahora se presenta....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise