2814 Chispa del amor divino....

18 de julio de 1943: Libro 37

La chispa del amor divino que está puesta en el corazón de cada ser humano asegura también su existencia siempre y cuando sea la voluntad de Dios, es decir, Dios dio al hombre la vida con el propósito de su desarrollo superior, y él tampoco termina esta vida antes de que haya cumplido su tarea, mientras el hombre se esfuerza hacia arriba, porque no actúa contra Sí Mismo de manera destructiva, porque la chispa del amor en el hombre es Su parte. Así, toda persona que se esfuerce constantemente por ascender, podrá llegar a una edad muy avanzada porque utilizará su vida exclusivamente para la salvación de su alma.

Pero si ignora al alma, entonces su vida corre peligro no sólo espiritualmente sino también terrenalmente, porque Dios puede llamarlo prematuramente por misericordia para evitar una apostasía completa de Sí mismo.... Pero el hombre también puede contribuir a aumentar la fuerza de su oponente alejándose de Dios, de modo que ésta ahora fluye sobre él y sofoca la chispa divina del amor, de modo que ninguna fuerza de Dios puede alcanzarlo más y esto significa una decadencia total para el cuerpo y el alma. Entonces la vida en la Tierra será inútil para él y le será arrebatada. Entonces ha roto toda conexión con Dios por su propia iniciativa, aunque la conexión con Él permanece hasta toda la eternidad.

Pero si se ha extinguido en él la chispa divina del amor, también se ha extinguido la vida, primero espiritual y entonces también terrenalmente. Porque vivir significa estar constantemente activo, vivir significa utilizar la fuerza de Dios para obrar.... Pero sin fuerza no es un estado de vida, sino un estado de muerte, de impotencia y de parálisis. La chispa divina del amor es, por tanto, el aliento que da vida a la vida, que constituye la vida y que ahora puede encenderse en la llama más brillante, de modo que la actividad constante en el amor es el efecto de una llama brillante de amor que tiene su origen en Dios.

Un ser humano que camina por la Tierra sin amor ya está espiritualmente muerto, Dios simplemente no le retira Su amor todavía, es decir, no deja que la chispa de amor brille en él tan poco que aún pueda encenderse. Porque mientras el ser humano viva, tiene la oportunidad de hacerlo. Mientras un ser humano viva, también sentirá amor dentro de sí mismo, pero a menudo es un amor equivocado, un amor por las cosas que distraen de Dios en lugar de volver todo su amor hacia Él. Y tal amor por el mundo, por la materia terrenal, siempre sofocará la chispa divina del amor en el hombre, haciéndolo incapaz de realizar una obra de amor desinteresada.

Obrar en amor es la expresión de la chispa divina del amor que se ha encendido y se convierte en llama. Cuanto más se enciende esta llama, más caliento el corazón del humano; Se apodera de todo, para que el hombre no puede dejar de ser activo en el amor y su amor irradie a todo lo que le rodea, para que su amor también encienda la chispa del amor en el corazón de sus semejantes y una obra constante en el amor es la consecuencia al respecto, que es absolutamente necesario para la salvación del alma....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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