2801 Promesa de Jesús: “Buscad primero el reino de Dios....”

6 de julio de 1943: Libro 37

El hombre necesita muy poco para la vida terrenal si tan sólo persigue el objetivo espiritual y sólo se preocupa por su alma. Y Dios proveerá para sus necesidades terrenales, y nada le faltará, como el Señor lo ha prometido.... Y por eso las preocupaciones terrenales son innecesarias, ya que el Padre celestial sabe cómo son Sus hijos y de qué necesitan para su bienestar corporal. Y los considera terrenales y espirituales. Él no sólo preserva el cuerpo, sino que también le da al alma lo que necesita para madurar para la eternidad.

Pero el hombre debe anteponer la salvación su alma a todo lo demás para que se cumpla la promesa de Jesús: “No os preocupéis por lo que habréis de comer y beber, no con qué os vestiréis, sino buscad primero el reino de Dios, y todo lo demás caerá en vuestras manos....” Pero los seres humanos no tienen otras preocupaciones que el bienestar de sus cuerpos, y como no piensan en sus almas, Dios los deja con sus preocupaciones porque no Le prestan atención. Y así Él también Se retira. Deben reconocer el fracaso de sus esfuerzos terrenales, y por eso Él muchas veces les quita lo que con tanto esfuerzo han logrado, y por eso viven en constante preocupación por el bienestar de sus cuerpos, aunque podrían pasar la vida en la Tierra con facilidad y despreocupados, si persiguieran un objetivo diferente que al mismo tiempo asegurara sus necesidades terrenales.

Pero la gente no tiene fe, no presta atención a la Palabra divina, no presta atención a la promesa de Jesús, la gente no cree en la verdad de lo que Jesucristo enseñó en la Tierra y por lo tanto no puede recibir la bendición de esta promesa. Por eso no se la puede ofrecer ningún otro alivio y tiene que luchar por la existencia por su propia culpa. Así como la incredulidad siempre causará a los humanos desventajas en cuerpo y alma.

Dios creó al humano por la razón de una tarea. Lo creó de tal manera que tiene que considerar su cuerpo para poder mantener su vida terrenal. Y si ahora cumple la tarea, que consiste en la maduración de su alma, no debe temer que su cuerpo muera de hambre, aunque ponga la actividad terrenal detrás de su esfuerzo espiritual, porque ahora Dios Mismo lo considera.... al suministrarle todo lo que el ser humano necesita para la vida diaria. Cuán despreocupadamente podría caminar la humanidad por la Tierra si quisiera considerar seriamente la Palabra de Dios y vivir según ella.... En cambio, la preocupación de la gente sólo se aplica a la preservación del cuerpo e ignora las necesidades espirituales.

Pero quien se esfuerza por el reino de Dios está constantemente bajo su cuidado, todo lo que necesita para vivir le será dado, nunca necesitará pasar hambre, ni tendrá que temer si le quitan lo que posee, porque Dios conoce sus necesidades y preocupaciones y está dispuesto a ayudar en el momento adecuado. Él prueba a sus hijos en la fe y busca fortalecer a aquellos cuya fe aún es débil. Y es por eso que quien lleva a Dios dentro sí mismo, que está unido a Él y se esfuerza ansiosamente por adquirir el reino de Dios, nunca se encontrará en angustia física.... Dios lo considerará en todo momento, y Su cuida sabrá evitar, que la persona que hace caso a la promesa de Jesús se meterá en problemas físicos: “Buscad primeramente el reino de Dios.... todo lo demás caerá en vuestras manos....”

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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