Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2788

2788 Decisión entre dos mundos.... ver y oír espiritualmente....

26 de junio de 1943: Libro 37

Todo pensamiento mundano debilita la capacidad del hombre de ver con ojos espirituales o de oír con oídos espirituales. Y por eso debe esforzarse siempre en separarse del mundo. Debe aprender a despreciar todo lo terrenal para poder esforzarse plenamente por su perfección espiritual. Porque en cuanto pueda ver espiritualmente, en cuanto su oído sea capaz de oír la voz del corazón, los mensajes del reino espiritual, también madurará espiritualmente, mientras que el mundo no podrá ofrecerle bienes espirituales, sino más bien el mundo todavía le roba porque le priva de la capacidad de hacerlo. Hay dos mundos que quieren acercarse al hombre y los representantes de cada mundo se esfuerzan por afirmarse.

La voluntad del hombre tiene que decidir por sí mismo en qué mundo quiere vivir. Ve las alegrías terrenales y los encantos del mundo con sus ojos físicos. Los tesoros del mundo espiritual en cambio, en cambio, no se revelan de forma evidente. Si quiere ver estos, primero debe desarrollar dentro de sí mismo la capacidad lo que la voluntad humana tiene como primer requisito. Independientemente del mundo terrenal, tiene que retirarse a su vida interior, debe abrir sus sentidos al influjo espiritual, debe escuchar y observar lo que se le transmite desde el reino espiritual, y le resultará más comprensible y claro cuanto más se separa del mundo y suprime el deseo por ello.

Porque sólo se le puede ofrecer una cosa.... hay que sacrificar un mundo para llegar al otro mundo. Mientras el hombre siga viviendo en la Tierra, será una lucha para él, porque el mundo terrenal siempre se pone en primer lugar. Sin embargo, la voluntad de obtener una visión del reino espiritual le da a la persona una fuerza constante para superar el mundo terrenal, y la capacidad de oír y ver espiritualmente aumenta de hora en hora si el hombre está seriamente dispuesto a hacerlo para cambiar el reino espiritual por el mundo terrenal.... Entonces puede separarse de ello con facilidad, oye hablar en su interior la voz de los seres de luz, que no son más que los órganos de la voz divina, ve lo que los ojos físicos no pueden ver y sus conocimientos siguen enriqueciéndose.

Pero es siempre un conocimiento que no tiene sentido para el mundo, pero que debe y puede animar a los humanos a luchar por el estado que les proporcione los bienes del reino espiritual. Debe buscar todo lo espiritual dentro de sí mismo, mientras que todo lo mundano busca encontrar acceso a ello desde fuera. Y además, todo lo espiritual sólo puede transmitirse al prójimo cuando éste también va hacia adentro, porque sólo entonces puede aceptar lo que se le presenta, mientras que antes sólo lo absorbía con su oído físico, pero que para él queda muerto, mientras que no lo deje hablar a su corazón.

Lo que debe conservar valor para la eternidad debe llegar a la persona desde el corazón, porque estas son las corrientes del reino espiritual que aparecen en el corazón como pensamientos y deben ser captados conscientemente por el humano para ahora poder volverse efectivos en él....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise