2780 Irradiación del amor de Dios.... Su Palabra....

19 de junio de 1943: Libro 37

La irradiación directa de Dios sobre un niño en la Tierra, que se expresa en la recepción de Su Palabra es una señal visible de que las criaturas están en la más estrecha conexión con Su Creador y que Dios nunca abandonará lo que ha creado, que parece estar aislado en la creación, pero que está siempre y constantemente dirigido por Su voluntad, cuidado por Su cuidado y alimentado por Su fuerza, y por lo tanto permanece inseparablemente conectado con Él.

El hombre no puede reconocer el don de la fuerza y del cuidado divino hasta que tenga plena conciencia de su pertenencia a Dios; Pero entonces Dios Se da a conocer de manera evidente, es decir, permite que su irradiación de fuerza aparezca visiblemente a través de la extraordinaria transmisión de dones espirituales que brindan información sobre Su amor, sabiduría y omnipotencia y Su obra divina. Dios Se expresa dejando fluir Su Palabra hacia un niño terrenal que ha reconocido profundamente su pertenencia a Dios y ahora se pone devotamente a Su disposición. Y de esto se puede ver cuánto valor se debe dar a tales anuncios porque dan testimonio de la obra directa de Dios.

Es cierto que los hombres que quieren negar la correlación entre el Creador y Sus criaturas tampoco creerán en esta obra de Dios; Nunca reconocerán el flujo de fuerza del reino espiritual y, en consecuencia, los resultados espirituales no son prueba para ellos de que Dios está en la conexión más estrecha con sus criaturas. Pero no se pueden aportar pruebas más convenientes de ello; El hombre mismo debe adquirir el conocimiento para lo cual se le da suficientes oportunidades si tan sólo mira atentamente a su alrededor.

Pero Él no puede expresarse más evidentemente que descendiendo a la Tierra en la Palabra, es decir, transmitiendo Su Palabra divina directamente a un niño terrenal para da explicación a la humanidad a través de éste. Habla a los hombres como un padre habla a sus hijos, los instruye como un maestro a sus alumnos, Él Se acerca tanto a ellos que tienen que reconocerlo si lo desean.... Pero Él no Se los impone a ellos.... Porque Su don es sumamente precioso y quiere que sea codiciado. Por eso no puede convencer a los humanos que no quieren reconocer esta extraordinaria obra Suya.

Él da constantemente, y Su don puede ser reconocido siempre que la voluntad del hombre no se oponga a Él antes de haberlo probado. Porque la recepción de dones de lo alto es un proceso inusual que tiene que suponer una fuerza que aún no ha sido estudiado a fondo en la Tierra; y el hombre tiene que reconocer un poder espiritual que es el originador de lo que se transmite a los hombres como la Palabra de Dios.

Y este poder es la irradiación directa de Dios, a través de la cual Él Se da a conocer a quienes quieren reconocerlo.... Se muestra evidentemente a los humanos, es decir, Su obra puede ser reconocida en cada don que ahora llega a la Tierra, porque en cada anuncio se respira el amor más profundo de Dios, Que sólo transmite Su Palabra a la Tierra para ayudar a los humanos en su mayor necesidad.... Y donde el amor es reconocible, está también Dios Mismo, y donde está Dios Mismo, allí también podéis sentir Su irradiación de amor.... Dios Se revela a través de Su Palabra....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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