Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2463

2463 Palabra de Dios.... Preciosísimo don de gracia....

1 de septiembre de 1942: Libro 33

Pasáis por una escuela del espíritu cuando se os acerca la Palabra divina y la aceptáis para tratar de sacar un beneficio al respecto, porque entonces inevitablemente tenéis que madurar, tenéis que aumentar en conocimiento y tiene que volverse luz y claro en vosotros.... Comprenderéis lo que antes os era incomprensible, comprenderéis el amor infinito de Dios, que se inclina hacia vosotros y ella misma se os ofrece en la Palabra. Y no importa que sabiduría poseéis, no hay nada como la Palabra que os llega directamente, porque es la fuerza de Dios que fluye hacia vosotros directamente y que, por tanto, tiene un efecto extraordinario. Y en cuanto creéis que Dios Mismo os habla, también deseáis Su Palabra, y sólo así podéis recibirla, porque Dios quiere ser deseado conscientemente para poder expresarse; Quiere que Él sea reconocido como un Padre amoroso que siempre y constantemente considera a Sus hijos con Su don de gracia; y quiere que Sus hijos también deseen Su expresión de amor, Su Palabra. Porque es lo más delicioso que Él puede ofreceros mientras aún estéis en la Tierra. La Palabra divina os hace capaces de cumplir vuestra tarea terrenal, os hace sabios y os educa para amar, os muestra el camino hacia Dios, ayuda a vuestra alma a ascender porque os ayuda a moldear vuestra alma según la voluntad. y es por eso que no podéis completar exitosamente el camino en la Tierra sin la Palabra de Dios, la necesitáis para vuestro desarrollo espiritual.

Pero el amor de Dios sabe lo que os falta y viene hacia vosotros, ofreciendo a cada uno lo que le ayudará a levantarse. El Amor Mismo desciende hacia vosotros; Se muestra de manera bastante obvia para que vuestra fe se vuelva más profunda e íntima, porque la necesitáis en el tiempo venidero. Tendréis hambre de Su Palabra y sed de Su gracia, y podréis refrescaros en el manantial del que mana el agua viva.... podréis beber continuamente, y seréis refrescados y fortalecidos si bebéis el refresco divino; seréis saturados por la Palabra de Dios, con el pan del cielo, que se ofrece a todos aquellos que lo desean profundamente, que aman a Dios con todo su corazón y Le demuestran este amor mediante el amor desinteresado al prójimo.... Dios Se acerca a ellos incluso en la Palabra, como Él lo prometió....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise