Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2462

2462 Pruebas para fortalecer la fe....

31 de agosto de 1942: Libro 33

Ha llegado un tiempo de confusión sin fin, que es claramente visible espiritual y terrenalmente. Lo que los hombres comiencen en la Tierra tendrá poco éxito y esto desanimará a los humanos. Pero el esfuerzo espiritual se verá obstaculizado, y esto también pondrá en peligro la fe, es decir, los que son débiles en la fe cesarán en su esfuerzo y también se desanimarán. Y sin embargo, esto es permitido por Dios porque aquellos que se esfuerzan espiritualmente se enfrentan a una lucha que requiere toda su fuerza y por lo tanto tienen que volverse fuertes y esto sólo se puede lograr a través de tentaciones de todo tipo.

Se requerirá una fe fuerte de los hombres, los creyentes serán combatidos con todos los medios, por lo que la resistencia debe ser grande y los humanos deben tener una fe muy profunda para poder resistir. Y es por eso que este tiempo de confusión también puede ser llamado una bendición, porque está diseñado para empujar a los humanos a tomar una decisión clara.... Todavía no se han puesto de acuerdo sobre lo que sienten acerca de Dios, ni han considerado seriamente estas preguntas o las dejaron sin respuesta porque no las reconocen como importantes. Pero ahora esta misma pregunta le surgirá con tanta frecuencia que tendrá abordarla en serio. Y la respuesta dependerá enteramente de cómo afecten a los humanos los tiempos venideros.

Aquellos que se ven gravemente afectados por ello pueden aclarar más fácilmente en concepto de Dios y entonces se unen a Él firme y inseparablemente. Pero los humanos también pueden querer negar a un Creador divino debido a la severidad del destino. Pero el humano siempre está obligado a pensar y la decisión no es forzada, sino libre en el sentido de que el humano mismo piensa y juzga y ahora se da cuenta de su relación real con Dios y por eso se puede hablar de una decisión libre. Esto se logrará en el tiempo venidero, lo que por tanto también es necesario para la humanidad, que ya no respeta a su Dios....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise