Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2427

2427 Concesión de gracia a través de la Palabra de Dios recibida directamente....

30 de julio de 1942: Libro 33

La plenitud de gracia que el ser humano puede obtener de la Palabra de Dios recibida directamente sólo podrá medirse en el tiempo venidero. Sin esta Palabra estará indefenso y desesperado, pero tan pronto como deje que la Palabra divina obre en él, toda falta de coraje y de fuerza desaparecerá de él. Porque ahora siente la cercanía de Dios, siente a Dios Mismo en Su Palabra, y todas las inquietudes y preocupaciones terrenales desaparecen. Y la Palabra de Dios podrá reemplazar todo lo que le falta al humano; la fortaleza física y espiritualmente, porque el amor divino se revela en la Palabra y habla a quienes necesitan Su aliento.

Y los humanos a menudo se sentirán impulsados a leer la Palabra de Dios; tendrán hambre de la luz de la vida, y su deseo sólo será satisfecho a través de la Palabra. Por eso la Palabra divina tiene que hacerse accesible a todos aquellos que la deseen, porque Dios Mismo quiere hablar a todos ellos. Y aquellos que reconocen Su voz también están enamorados, porque es el espíritu en ellos el que se siente atraído por el Espíritu del Padre, y este espíritu sólo puede despertarse nuevamente a través del amor.

Y por eso Dios quiere estar con aquellos en la Palabra que se hacen dignos de Su amor a través de su actividad amorosa hacia el prójimo; Dios Mismo desciende hasta ellos y les da la bebida de la vida, lo que les da nuevamente fuerzas para continuar su camino terrenal con beneficio para el alma. Debido a que los humanos necesitarán fortaleza para permanecer fieles a Dios, necesitarán Su aliento y, en tiempos de gran necesidad, siempre recordarán a Aquel, Que puede aliviar todas las necesidades en la Tierra mediante Su voluntad. Y eso ya os fue dicho de antemano, que entraréis en una situación desesperada a causa de vuestra fe, tendréis que defender a Dios delante del mundo entero si también queréis ganar Su amor.... Porque Dios quiere daros continuamente, pero también tenéis que aceptar lo que Él quiere ofreceros y recordar con gratitud a Aquel, Que, ante las dificultades venideras, os está preparando los dones que os ayudarán a soportad esta dificultad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise