2422 La actividad redentora requiere una voluntad igual a la de Dios....

25 de julio de 1942: Libro 33

Toda actividad espiritual requiere una voluntad igual a la de Dios, es decir, tan pronto como un ser, ya sea en la Tierra o en el más allá, está espiritualmente activo, su voluntad se dirige hacia Dios, por lo que ya no se opone a Dios, sino que se somete a Su voluntad, mientras que un ser que aún no se somete a Él o no tiene deseo de una actividad espiritual o carece de fuerza para hacerlo porque todavía está separado de Aquel con Quien se supone que debe unificarse.

Estar en la voluntad igual a la de Dios, significa obrar y crear en pleno acuerdo con Dios.... Y esta obra siempre apunta a liberar lo espiritual aún atado.... Y esta actividad puede ser ejecutada tanto en la Tierra como en el más allá y siempre será y seguirá siendo lo más importante mientras los espiritual aún no haya sido redimido completamente, es decir, en el tiempo y la eternidad esta será la actividad de lo que está en estado libre, para que también ayude a lo espiritual atado a liberarse.

Estar espiritualmente activo significa llevar luz a los seres que todavía caminan en la oscuridad, significa difundir la verdad para que ahora puedan volverse hacia la luz, para que se vuelvan activos en el amor.... Esta es la mayor actividad en el amor, mostrar a lo espiritual no redimido el camino hacia la luz.... El amor sumamente grande de Dios no conoce otro objetivo que guiar a lo espiritual hacia la libertad, y todos los seres que quieran cumplir Su voluntad, que se unan a Él, tampoco tendrán otro objetivo y en consecuencia no otra voluntad que la de ayudar a lo espiritual no redimido.

En la Tierra el hombre da testimonio de su voluntad a la actividad redentora transmitiendo con amor lo que se le ha ofrecido y que le ha ayudado a alcanzar una cierta libertad espiritual.... ayudando a difundir la luz y la verdad.... En el más allá se aplica la actividad de lo espiritual también para la difusión de la verdad, sólo que esta actividad es una instrucción mental y, por tanto, debe entenderse como una actividad puramente espiritual. Por lo tanto, esta transferencia de pensamiento debe corresponder a la voluntad de Dios, porque el ser en el más allá no puede realizar nada más que la voluntad de Dios si está conectado a Dios.

Los seres en el más allá que están lejos de Dios y, por lo tanto, todavía completamente opuestos a Él, también influyen en los pensamientos de los humanos, pero nunca de manera espiritual, sino que los determinan hacia el pensamiento terrenal, es decir, material, y nunca dirigen sus pensamientos hacia Dios, sino lejos de Él.... Por lo que esta influencia de pensamientos no se puede llamar una actividad espiritual, aunque este pensamiento equivocado surge de seres que ya no pertenecen a la Tierra. Pero su voluntad no es la misma que la voluntad de Dios, y su fuerza sólo es pequeña, de modo que sólo tienen influencia sobre aquellos humanos que también se oponen a la voluntad de Dios....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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