Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2407
2407 Enviados de Dios.... combatientes fuertes....
13 de julio de 1942: Libro 32
Cada enviado de Dios, es decir, cada hombre que se ofrece a Él a trabajar y que recibe de Dios una tarea, tiene que mostrarse digno antes para recibir el flujo de gracia por una obra de amor que determina la tarea. Es decir, la voluntad de trabajar para Dios tiene que realizarse de manera que viva su vida según la voluntad divina. Tiene que vivir en el amor, y por eso se alimenta de Dios, lo que siente como una fuerza aumentada en la tarea para Él. Para poder realizar su trabajo de transmitir la palabra divina entre los hombres, tiene que presentarse valiente contra el enemigo. Tiene que defender sin miedo la transmisión divina, es decir, no debe sentirse frenado por estipulaciones humanas, sino tiene que realizar primero la existencia de Dios si va en contra de las estipulaciones humanas. La fuerza se recibe directamente en el momento. Porque la lucha de la creencia necesita un trabajo en contra, una defensa de la creencia y mantenerse frente a las estipulaciones de aquellos que quieren quitar la creencia del mundo, y sin la fuerza de Dios no será posible. A aquellos, que Dios ha elegido como combatientes, no les va a faltar nunca de fuerza. No van a temer al mundo y cumplir las exigencias divinas.... Van a hablar donde haga falta para intentar hacerles ver a los hombres a su error, van a estipular con convicción a la creencia y querer transmitir la misma a los semejantes, porque quieren dar siempre, porque reconocen de los demás que viven sin fe, a la angustia espiritual para traerles la salvación. Las acciones humanas no las temen, porque reconocen a otro Señor poderoso encima de ellos, a Aquel, al que todo está sometido.... porque intentan cumplir a Sus órdenes y cuya protección pueden estar segura, porque se sienten seguros bajo Su protección.... Sirven a Dios y no al mundo y entonces Dios les va a dar todo lo que necesitan y lo que el mundo no les puede dar.... la fuerza espiritual.... Les transmite a Su palabra que vale más que todos los tesoros mundiales.... Su palabra que contiene a Su brillantez directa y que es eterna.... Y de esta palabra el enviado puede sacar fuerza sin cesar, nunca tendrá que rendirse si acepta la fuerza directamente de Dios mientras está enviada para convertirle en un combatiente fuerte de Dios. Dios necesita aquellos combatientes para que pueda hablar a través de ellos a los hombres.... Necesita a hombres a través de los cuales podrá realizar actos Él mismo, que solo temen entonces a Dios y no a los hombres que son todavía inconscientes frente a Dios....
amén
Traducido por Bea Gato